La vida es un Carnaval, que cantaba Celia Cruz. Y vaya si lo es, Bilbao se ha lanzado a la calle para celebrar el tradicional desfile de Carnaval. Los padres y madres, acompañados de sus hijos han bailado al ritmo de la música desde primera hora de la tarde de este sábado. Han sido muchos los disfraces que han desfilado por la Gran Vía: 101 dálmatas, Los Simpson, Superman, el circo, el señor de los anillos e incluso hay quien ha aprovechado esta fecha tan marcada en el calendario para jugar una partida de ajedrez en tamaño real en medio de la marcha que ha arrancado pasadas las 17.00 horas desde la calle Marqués del Puerto. "Me encanta el ambiente que hay en Carnaval", ha indicado Ángel García.

El desfile, encabezado por –valga la redundancia– los cabezudos, ha animado a todas las personas que se han aunado en torno a la Gran Vía, allí presentes hasta que el último grupo del desfile llegara a la Plaza Circular, lugar en el que el jurado del concurso ha esperado a los participantes. Los ovnis han vuelto a Bilbao, y esta vez lo han hecho repartidos por las calles de la capital vizcaina. "Hemos perdido a parte del grupo", comentaban los extraterrestres. También hay quien ha cambiado por unos días el bar de Moe en Springfield, para hacer un viaje a la capital vizcaina. "¿No íbamos a donde Moe?", cuestionaba Homer Simpson entre risas.

Al paso del desfile, las y los más pequeños, que este viernes tuvieron su día y pudieron atravesar la Gran Vía disfrazados, en la tarde de este sábado, han sido los espectadores de un desfile de Carnaval que se encontraba en constante amenaza por lluvia desde primera hora de la mañana. La magia del Carnaval no entiende del tiempo ni de adversidades que pudiesen cancelar la celebración. Como ya pasó con la Cabalgata de los Reyes Magos, nada ha impedido que el desfile de Carnaval no se celebrase permitiendo que las personas que se han acercado para disfrutar del tradicional desfile preparado para la fecha siguiese su curso.