El derribo del viaducto de Rekalde es una ansiada reclamación vecinal. Pero antes de ver desaparecer ese gigante de hormigón que parte en dos este barrio de Bilbao, es imprescindible construir una variante para desviar el tráfico. Ese futuro está hoy cada vez más cerca; la Diputación ha adjudicado el proyecto constructivo para esa carretera alternativa, con la intención de comenzar las obras en 2027. El diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales, ha señalado que "es un gran paso" en este faraónico proyecto.

La UTE compuesta por Typsa, Fulcrum y Tekia contará con un presupuesto que asciende a los 5,8 millones de euros para el diseño de una nueva infraestructura. El proyecto busca la eliminación de la barrera urbana que representa en la actualidad el tramo de la autopista A-8 que transcurre por Rekalde entre las salidas 115-116 de Zabalburu y Juan de Garay y la salida 118 de San Mamés. "Este proyecto va a mejorar la calidad de vida de los 50.000 habitantes del distrito de Rekalde", ha expuesto Imanol Pradales.

Tanto el Plan General de Ordenación Urbana de Bilbao como el II Plan Territorial Sectorial de Carreteras de Bizkaia prevén una variante de unos 2.230 metros lineales de nueva traza formada por dos calzadas separadas de tres carriles por sentido que discurrirán prácticamente en su totalidad en túnel.

La futura circunvalación y el derribo del viaducto permitirán impulsar la regeneración urbana, la recuperación de espacios de ocio y esparcimiento y la reducción de la contaminación y el ruido en todo el distrito de Rekalde. Sustituirá al actual, un viaducto de aproximadamente 1.800 metros que data del año 75. Pradales ha confirmado que se derribará cuando la nueva variante esté completada porque "no podemos dejar a 87.000 vehículos sin paso".

El diseño de la variante estará finalizado en 33 meses, contando a partir de este mes de marzo. Con esos plazos, la intención de la Diputación es que las obras puedan comenzar en 2027. Eso sí, son estimaciones. Pradales ha subrayado la dificultad que requiere la obra, por lo que es "una estimación que dependerá de cómo transcurran los sondeos y el plan medioambiental, que sabemos que requerirá de un trámite muy exigente".