Surbisa, la sociedad municipal para la rehabilitación del parque de viviendas antiguas de Bilbao, gestionará finalmente 20 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation de Europa tras la última partida de tres millones asignada y que fue dada ayer lunes a conocer por el Ayuntamiento de Bilbao. Se encargó de ello el concejal del área de Regeneración Urbana de Bilbao y Presidente de esta sociedad municipal, Jon Bilbao, quien destacó que con esta abundante partida para ayudas a la rehabilitación energética se beneficiarán a entre 2.000 y 3.000 inmuebles de la capital vizcaina con sus “consiguientes vecinos, que es lo importante”, especificó.

Tras la que el propio Consistorio ha calificado como “avalancha de solicitudes” ya están prácticamente comprometidos los 17 millones de euros que el departamento de Vivienda del Gobierno vasco le había asignado a Surbisa para su gestión. Por ello se ha decidido sumar una nueva aportación de tres millones de estos fondos europeos que buscan potenciar la rehabilitación energética de edificios y viviendas.

Los datos son irrefutables. Hasta el momento, la cuantía de las subvenciones aprobadas se eleva a 12,9 millones en 40 edificios que corresponden a 1.508 viviendas de la villa. En cuanto a las solicitudes recibidas suman 3.367, de las que 570 son para intervenir en viviendas y en 82 edificios. Según indicó Bilbao, la inversión media de cada hogar por las obras en su edificio está siendo de 38.000 euros y la de las viviendas propiamente dichas es 8.400 euros.

“El desarrollo de este programa ha sido tan exitoso que el pasado mes de junio, es decir, un año después de su inicio, Bilbao había superado con creces los objetivos establecidos, que eran la rehabilitación eficiente de 670 viviendas”, explicó el edil.

Los requisitos para acceder a las ayudas en edificios en Bilbao consisten en realizar obras con las que se alcance una mejora energética reduciendo al menos un 30% el indicador del consumo de energía primaria no renovable, como, por ejemplo, a través de obras de aislamiento térmico de las fachadas y cubiertas. Además, con esos trabajos debe reducirse un 25% la demanda energética del edificio.