No, no tendrá ni servicio de habitaciones, ni mayordomo las 24 horas. Los hoteles para insectos son pequeñas construcciones en las que se emplean diferentes materiales para que cada uno encuentre un espacio a su gusto: paja para los pulgones, tallos de bambú para las abejas o trozos de corteza para escarabajos. Su instalación y apertura será una de las acciones que desarrollará el Ayuntamiento de Bilbao para mejorar la biodiversidad del monte Cabras, al lado de Enekuri, donde se plantará también vegetación autóctona, se acondicionará un jardín para mariposas, un humedal para insectos acuáticos y se colocarán paneles y mesas explicativas sobre el hábitat de la zona.

La zona alta de monte Cabras, por encima de Elorrieta. B. GUERRERO

El monte Cabras es una de las zonas de esparcimiento que existen en Bilbao, a la que la ciudadanía acude atraída no solo por las zonas verdes, sino también por una zona de juegos infantiles, un mirador y las futuras pasarelas de conexión que se van a abrir en breve entre Elorrieta y Enekuri.

Algunas de las actuaciones que ahora se van a llevar a cabo se han planteado precisamente en las inmediaciones de estos espacios, que pueden funcionar como tractores de visitantes, como el hotel de insectos, que tiene un fuerte componente educativo y que se instalarán cerca de la zona de juegos.

Aunque pueda pasar desapercibido, entornos como el de monte Cabras, clasificado como prado seco seminatural, tienen un elevado interés ecológico dado que permite proteger el suelo de la erosión, evitan el deslizamientos de laderas, mejoran la estructura y la fertilidad del suelo, ayudan al control y a la conservación de los recursos hídricos, y mantienen una diversidad de flora y fauna superior a la que existía si se abandonaran estas zonas.

Mejora medioambiental

De ahí que el Ayuntamiento haya decidido tomar cartas en el asunto y mejorar la situación medioambiental de la zona. “Es fundamental proceder a su regeneración ecológica, conservación, protección y difusión de sus valores ecológicos entre la ciudadanía”, se recoge en el proyecto. El objetivo es tanto garantizar la conservación actual y futura de este hábitat natural, considerado de interés comunitario, como eliminar impactos que atentan contra la biodiversidad. Todo ello creando un espacio de educación y sensibilización ambiental, para que los ciudadanos puedan aprender a conservar la biodiversidad de Bilbao. En este sentido, se pretende que el monte Cabras pueda servir incluso como un aula de interpretación ambiental al aire libre, apta para el desarrollo de actividades de educación en el ámbito de la Agenda Escolar 2030.

Se llevarán a cabo varias actuaciones: erradicar las especies invasores, revegetar la zona con árboles autóctonos, crear una jardín de orquídeas, instalar un hotel de insectos, generar un humedal y colocar paneles informativos.

Aunque desde el Consistorio se han eliminado ejemplares de especies invasoras, como el plumero de la pampa o los eucaliptos, todavía quedan varios e incluso se han reproducido otros desde los tocones. Ahora, se van a retirar todos ellos. En su lugar se plantarán especies autóctonas, como diferentes tipos de robles, laureles, rosales, zarzamoras y saúcos comunes. Una de las acciones más llamativas es la creación de un hotel de insectos. Se trata de estructuras, conformadas con elementos de origen vegetal –ramas, cañas de diferentes diámetros, troncos, cortezas...– o de piedra –pedazos de ladrillos–, que funcionan a modo de refugio para estos animales.

El del monte Cabras tendrá unas dimensiones de 1,8 de alto por 1,5 de ancho, y tendrá como materiales tallos de bambú, para las abejas solitarias que polinizan las primeras flores de los árboles frutales, tablas que atraerán a las mariquitas, trozos de corteza que colonizan los escarabajos, o cajas con agujeros verticales, atractivas para las mariposas.

Jardín de mariposas

También se potenciará la presencia de estos insectos multicolores, no construyendo un espacio específico para estas especies, sino mediante la plantación de flora, como flores silvestres y gramíneas, que sea atractivas para las mariposas. Será una zona de unos 250 metros cuadrados, que se vallará con madera a una altura mínimo de 60 centímetros bordeando todo el espacio que se haya acondicionado como jardín para mariposas.

En algunas zonas del monte Cabras se ha detectado la presencia espontánea de agua, por lo que se van a generar humedales, acondicionando esas zonas encharcadas, para que puedan vivir insectos acuáticos. Será una charca de unos 25 metros cuadrados, que se excavará hasta alcanzar una profundidad de unos 20 o 30 centímetros, de forma irregular para tener una morfología lo más natural posible.

En su perímetro se instalarán biorrollos, unas estructuras cilíndricas de fibras vegetales que favorecen el crecimiento de otras especies, delimitando así el espacio.

Otros elementos

Paneles

Educación ambiental. Se instalarán paneles y mesas informativas para que los visitantes puedan comprender, de forma amena e intuitiva, los valores ecológicos de la zona. Así, se instalarán paneles físicos, integrados en el entorno, y postes con códigos QR, que permitirán a la ciudadanía ampliar la información. Incluirán fotografías y se redactarán en euskera, castellano y lenguaje braille.

Temáticas

Historia y valor. En los seis paneles se colocarán otras tantas láminas, con un plano general de la zona, la historia del monte Cabras, su proceso de regeneración, su biodiversidad, y las orquídeas y mariposas presentes. También se instalarán mesas de interpretación ambiental, que tratarán sobre la problemática de las especies vegetales con potencial invasor, las mariposas que habitan en la zona y los beneficios del humedal para insectos y anfibios.