Presión policial y presión judicial. La guerra al navajero está abriendo cada día un nuevo frente después de los graves sucesos ocurridos en Donostia (un joven murió apuñalado) y en Gasteiz (cuatro personas heridas a punta de navaja). Esta vez ha sido el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, quien se ha mostrado convencido de que esas dos deben ser las principales herramientas para hacer la pinza a los delincuentes y desterrar ese tipo de conductas de las calles y, principalmente de las áreas de influencia de los locales de ocio nocturno, donde se están registrando los sucesos más graves con armas blancas.

Se confía en que un mayor número de agentes patrullando el callejero de la ciudad -este pasado fin de semana ha sido el primero con el nuevo calendario laboral- haga posible un mayor control, prevención y persecución del delito: 33 detenidos este fin de semana. La otra parte de la ecuación, la judicial, también está implicada en la mejor fórmula para arbitrar una solución a esta problemática social. Se habla de juicios rápidos y condenas ajustadas al tipo de delito, reincidencia…. De momento, tal y como ha anunciado Aburto, ya se trabaja en este delicado asunto con algunos de los juzgados de Instrucción y se ha compartido con el juez decano “para que esa experiencia se extienda al resto de juzgados”.

Ha insistido Aburto en que la Policía Municipal actuará con todos los instrumentos de los que dispone para detener a los autores de delitos y, especialmente, a los navajeros. “Estamos deteniendo en estos momentos a una persona de cada dos robos con violencia. La eficacia policial está siendo muy importante”, ha defendido. En este sentido, también ha calificado de igualmente relevante “la eficacia judicial” para que todos esos delincuentes asuman que “en Bilbao no sólo te detienen, sino que te hacen un juicio rápido y sales con una condena. Creemos muy importante que, quien tenga malas intenciones, sienta la presión de la Policía y la judicatura. Y finalmente diga: Cuidado, en Bilbao no se andan con tonterías”, ha rematado.

El alcalde también ha confiado en la colaboración del sector de la hostelería y de los locales de ocio nocturno. Así, ha considerado que cualquier medida que contribuya a garantizar la seguridad de la clientela “es positiva”, aunque eso sí, se ha mostrado cauto con el uso generalizado de los detectores de metales en los accesos a este tipo de salas. “Hay que ver que las medidas no generen problemáticas y que sean arbitradas con naturalidad” ha valorado, al tiempo que ha insistido en enviar un mensaje a los delincuentes: “Vamos a ir a por ellos, estamos yendo a por ellos. No vamos a permitir que esa lacra se instale en nuestra ciudad”, ha zanjado.

968 denuncias durante 2022

Durante este pasado mes de enero, la Ertzaintza tuvo conocimiento de 53 hechos delictivos con armas blancas en el conjunto de la geografía vasca, de los que el 63% estuvieron empadronados en Bizkaia. Los expedientes de denuncia tramitados por la Policía Vasca durante ese mes fueron un centenar por portar o por exhibir armas blancas. A lo largo de 2022 la Ertzaintza interpuso 440 denuncias. “Esa cifra unida a la de las policías locales -otras 528 denuncias- hace un total de 968, un 19% más que en 2019”, han destacado fuentes del Departamento de Seguridad. El 51% de de esos hechos delictivos se correspondieron con robos con violencia, el 25% con lesiones y el 18% con amenazas.

Precisamente el portavoz del Ejecutivo vasco ha anunciado que ya se está estudiando ampliar la obligatoriedad de contar con seguridad privada a locales de ocio con aforo inferior a las 700 personas. Josu Erkoreka -también consejero de Seguridad- ha subrayado que antes del debate sobre los detectores de metales, es necesario estudiar la presencia de seguridad privada en las discotecas.

Erkoreka ha avanzado que el Gobierno vasco ha dado “los primeros pasos” para adoptar esta medida y estudiar a qué establecimientos se podría imponer la obligación de contar con seguridad privada, siempre con “equilibrio” y tras sopesar la opinión del sector. A su juicio, esta medida es más urgente que la de los detectores de metales, ya que este tipo de dispositivos deben ser atendidos por profesionales capacitados.