La capital vizcaina puede convertirse en el epicentro mundial de la gestión del sonido que se genera en las metrópolis del mundo si cuaja una iniciativa ya muy madura. Pretende realizar una auditoría sonora de la ciudad, no solo registrando los decibelios que se generan, sino también midiendo cualitativamente los sonidos presentes en Bilbao y su área metropolitana, algo apenas acometido a nivel mundial.

Además, propone la creación de un galardón de carácter internacional que ponga en valor las iniciativas que lleven a cabo las ciudades con el objetivo de contar con urbes más cercanas y menos ruidosas.

De momento, la iniciativa ya ha sido presentada a entidades locales como Bilbao Metrópoli 30 y varios ayuntamientos además de a expertos universitarios. La Comisión Europea también está interesada en escuchar el proyecto dentro del pacto para la salud mental y el bienestar ciudadano en el que trabaja y la dirección de Unesco en París recibirá a los promotores del proyecto en febrero próximo en una reunión interdisciplinar.

“Somos lo que escuchamos porque nos afecta directamente, para bien y para mal”

Saul Santolaria - Especialista en física acústica

Saul Santolaria, especialista desde la física acústica, productor e ingeniero de sonido es el alma máter de la iniciativa en la que trabaja desde hace una década a través de la plataforma Global Sound Lab asentada en Larrabasterra. Asegura que “somos lo que escuchamos” y el sonido que se genera en los entornos urbanos no se tiene muy en cuenta. La ciudadanía contempla “el sonido casi siempre como un ruido a eliminar y no un recurso a utilizar”, concreta. Su iniciativa pretende “además de reducir la contaminación acústica en la ciudad, integrar sonidos que despierten nuestras emociones, resulten agradables, nos relajen o activen nuestros recuerdos, creando espacios sonoros de bienestar”.

Este aspecto cualitativo “es un cambio de paradigma” que el experto quiere introducir en la elaboración de auditorías sonoras en las ciudades. Una iniciativa que tras estudiar, clasificar e inventariar todos los sonidos propone crear un plan de acción para que, con la adecuada integración y equilibrio, crear paisajes sonoros que aporten bienestar.

Según el informe Fronteras 2022 del programa de Medio Ambiente de la ONU, se estima que en Europa 22 millones de personas sufren molestias crónicas por ruido. También que la exposición al ruido ambiental, continuada y a largo plazo, contribuye a que surjan 48.000 nuevos casos de cardiopatía isquémica en el viejo continente.

Espacios biofílicos

“Si transformamos las ciudades en algo acústicamente mucho más sostenibles, eso trascenderá”, comenta. Aporta el ejemplo de cómo “si estás en un ambiente ruidoso no te apetecerá comunicarte, todo lo contrario de si te encuentras en un entorno apacible, se desarrolla una escucha activa”. Por ello, propone desarrollar “espacios biofílicos trayendo sonidos de la naturaleza al espacio urbano que están mucho más alineados con cómo somos”.

Un trabajo arduo que no va a evitar en manera alguna que siga molestándonos en las ciudades el ruido que genera el tráfico, las sirenas de los servicios de emergencia, las obras a pie de calle o el ocio nocturno. Reconoce que “es imposible lograr un silencio total, pero gran parte del ruido de la ciudad se puede enmascarar y atenuar”. En esta tarea, la naturaleza vuelve de nuevo al rescate. De base, utilizando fuentes sonoras naturales en la planificación y el diseño urbano, como el agua y la vegetación. A posteriori, creando cinturones de árboles o arbustos que hagan de pared, generando paredes verdes en los edificios, que pueden reducir hasta 40 decibelios el ruido y la vibración del exterior o tendiendo techos verdes en los inmuebles, que absorben la propagación del sonido.

También se pueden usar otras barreras acústicas e intervenciones para reducir y mitigar las emisiones. 

Además, Santolaria apuesta por que Bilbao tenga presencia en el mundo gracias a “un proyecto pionero para crear en Bilbao el summit internacional Ciudad Mundial del Sonido, un galardón que premie y donde compitan las mejores prácticas y gobernanzas con el objetivo de crear ciudades acústicamente más sostenibles”. De hecho hasta ha creado una página web, en modo de prueba o simulacro pero con todo lo que implicaría el galardón y las condiciones para tomar parte de la selección. 

El director de Global Sound Lab cree que la propuesta no va a caer en saco roto aunque es consciente de que es necesario “un impulso político importante” y también “la implicación de la iniciativa privada, por ejemplo, para apostar por una mejora acústica de los recintos, donde los constructores tienen mucho que decir”.

Por eso, Bilbao Metrópoli 30, como sociedad que cuenta entre sus integrantes a instituciones públicas y agentes privados, puede ser un vehículo idóneo para lanzar la iniciativa. También lo ha dado a conocer en ámbitos universitarios y empresariales y “en todos los casos ha sido muy bien recibida”, asegura Santolaria. 

AL DETALLE

Auditorías sonora: un análisis a varios niveles

En periodo de 10 meses y desarrollando cinco fases se pretende tener un mapa a nivel cualitativo y cuantitativo de los sonidos que se generan en una ciudad. 

Recogidas de datos con grabaciones en las calles

Se estudiarán los datos sonoros ya recogidos en estudios previos y se acometerán trabajo de campo, documentando los sonidos y actividades con grabaciones e identificando los sonidos deseados y los ruidos molestos.

Medidas a implementar desde varias perspectivas

Con todos los datos recogidos y analizados se pondrán en marcha diferentes medidas de actuación integrando la perspectiva de arquitectos y urbanistas.

Identidad sonora: propuesta reconocible

El trabajo incluirá una propuesta de identidad sonora reconocible, que analiza a través de análisis de datos y medición cualitativa basada en inteligencia artificial, así como encuestas y participación ciudadana.

Encontrar espacios como refugios sonoros

La auditoría buscará espacios donde el ciudadano pueda parar cuando se encuentre estresado, ya que muchas veces no sabemos que el ruido es causa de esa situación de agobio.