A Bilbao no hay quien le pare y la ciudad continua inmersa en numerosos proyectos de renovación y mejora de sus infraestructuras. La ampliación del tranvía, que unirá la villa con la isla de Zorrotzaurre, es uno de ellos, a través del cual se salvará la ría con un puente de 100 metros, por el que solo circularán tranvías, peatones y bicicletas o patinetes eléctricos. 

Según se desprende del estudio informativo del Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Gobierno vasco, el nuevo trazado contará con cinco paradas durante una longitud total de 2,4 kilómetros, costará unos 42 millones de euros y el plazo de ejecución será de dos años y medio.

La ampliación partirá poco después de superar la parada de Euskalduna Jauregia. Será en este punto donde el tranvía dará la vuelta a la rotonda del Sagrado Corazón tanto para dirigirse hacia Zorrotzaurre como hacia La Casilla. 

Por lo tanto, una vez puesta en servicio, se abandonará el tramo que discurre en la actualidad por delante del edificio de oficinas situado entre el Sagrado Corazón y la rotonda de Euskalduna.

La primera parada del nuevo ramal se situará en Olabeaga, en el entorno del cruce de Trokabidea, en un pequeño vial que baja desde Camino de La Ventosa hasta el barrio bilbaino. 

Para llegar hasta allí, el trazado, de doble vía, descenderá hasta la antigua plataforma de Renfe, antigua línea que unía la Margen Izquierda con Bilbao.

En la propia isla de Zorrotzaurre ya, y una vez concluya el plan diseñado para el desarrollo urbanístico de Zorrotzaurre, habrá cuatro paradas más. La primera estará situada en las cercanías del Puente Frank Gehry, junto al futuro parque tecnológico sur.

Desde ese punto, el tranvía avanzará hacia el otro extremo de la isla de Zorrotzaurre a través de la Avenida Galleteras, donde se situará la segunda parada junto al edificio de la antigua fábrica de galletas de Artiach, y cerca de la Parroquia de San Pablo Apóstol.

La tercera de las paradas del tranvía se ubicará en las proximidades de los edificios Beta, que dan cobijo a las universidades Digipen y Mondragon, y donde el Ayuntamiento de Bilbao está abordando las obras de urbanización de una nueva plaza de uso público y un proyecto de geotermia. 

Finalmente, la cuarta parada de la isla estará a la altura del futuro parque tecnológico norte, frente al edificio de Lancor y próxima al puente de San Ignacio.