El Ayuntamiento de Bilbao echará el resto durante la incipiente Aste Nagusia para que los vecinos cercanos a la fiesta puedan tener la mayor tranquilidad posible aún sabiendo que el ruido va a estar presente en todos los recintos festivos.

Esta mañana de martes las concejalas del área de Movilidad y Sostenibilidad, Nora Abete y Yolanda Diaz, presentaron el dispositivo especial que se va a desplegar durante los nueve días de juerga, un despliegue "ya muy engrasado en ediciones anteriores", indicó Diaz y que presenta muy pocas novedades.

Las más destacadas son el control sonoro que se va efectuar por primera vez en dos ubicaciones diferentes, el recinto ferial del Parque Etxebarria, y los escenarios de los conciertos en el Parque Europa y Abandoibarra.

Con respecto a las barracas, técnicos del área de Movilidad y Sostenibilidad, instalarán cinco dispositivos en diferentes lugares del Parque Etxebarria para evitar que el ruido que generan las atracciones y sus usuarios no supere los límites establecidos para esta zona. En concreto no podrán superar los 80 decibelios de ruido, que son los que corresponden a la zona 3 o lo que es lo mismo, idéntico sonido al que se tiene que oír en cualquier otro punto de la ciudad, exceptuando las zonas de El Arenal y el entorno de la Plaza Circular. El nivel del sonido será constante en todo el recinto ferial aunque cada atracción podrá tener su música particular y en caso de que se pasen un limitador reducirá el ruido.

Ruido en los conciertos

El otro elemento novedoso es una prueba piloto que se va a realizar mientras duren los conciertos que se celebren tanto en el Parque Europa como en el escenario sito al lado del Museo Guggenheim. En esta ocasión se instalarán dispositivos medidores del sonido tanto en la zona donde se encuentre el publico asistente como en las fachadas de los edificios residenciales adyacentes. En cada ubicación se colocarán tres monitores de ruido, uno de ellos en la mesa de control de sonido del artista y los otros dos en los bloques de vivienda. La intención según ha concretado la edil Nora Abete es "saber como repercute el sonido en los vecinos" con la intención de tomar todos los datos posibles que permitan en la próxima Aste Nagusia 2023 tomar decisiones al respecto. 

Como años atrás en cuanto a nivel de ruido el epicentro de la fiesta en El Arenal, la zona 1, será la más permisiva en cuanto a decibelios que generen las txosnas y la megafonia de los bares adyacentes aunque no podrán superar los 95 decibelios hasta la cinco de la madrugada y los 85 decibelios hasta las siete horas. En la zona 2 sita en el entorno de la plaza Circular se reducen los niveles y no se podrán generar más de 90 decibelios y solo hasta las 5.00 de la mañana en que tendrán que apagar altavoces.