Dicen que el talento gana partidos, pero que el trabajo en equipo gana campeonatos. Y los universitarios lo tienen claro. En periodos de exámenes es habitual ver a grupos de estudiantes en las bibliotecas y en los pasillos preparando el fin de curso de manera conjunta y es que, muchos de ellos aseguran que es de las mejores maneras que tienen de concentrarse y sacar mejores resultados.
Así lo aseguran Asier Domínguez, Yaiza Marín, Julene García, Begoña Ibarretxe, Sofía de Miguel, Lorena Bando, Álvaro Gonzalo y Rebeca Etxebarria, ocho estudiantes universitarios que acuden en grupo a la biblioteca a preparar los exámenes. Cursan la carrera de Ingeniería Química y aseguran que “en grupo se estudia mucho mejor”. Estos jóvenes acuden a la biblioteca de la Facultad de Economía y Empresa de Sarriko porque les da la “oportunidad” de reunirse todos, ya que hay “espacios grandes y zonas de descanso donde entre todos se resuelven las dudas”.
Aunque algunos de ellos tienen más cerca otras bibliotecas, prefieren desplazarse hasta Sarriko para estar todos juntos. Muchos de ellos no habían estudiado en un biblioteca hasta llegar a la universidad, y es que es ahora, cuando están a punto de terminar la carrera, cuando más tienen que centrarse y confiesan que en casa “no resulta tan sencillo como en la biblioteca”.
En la facultad cuentan con dos salas de estudio, una en la que se tiene que preparar la materia en silencio y otra en la que se puede hablar. Ellos optan, normalmente, por aquella en la que pueden discutir dudas, aunque si está llena “las dudas las resolvemos en los pasillos”. “Lo importante es tenernos cerca”, señalan.
Ya sea de una manera u otra, este grupo de estudiantes asegura que “en grupo la concentración es mayor aunque no lo parezca”. Y es que, según cuentan, al estudiar de manera conjunta se vive algo “curioso”. “Aquí tienes que estar concentrado, la presión social hace que te centres en lo que te tienes que centrar porque ves a todo el mundo concentrado. Además, si estás sin tensión, cuando ves a todos agobiados, te agobias. Eso te hace reaccionar y ponerte las pilas”, explican.
