El disparo que provocó la muerte un hombre en Zabala no fue fruto de un "plan preconcebido" sino que fue motivado por "miedo insuperable" que su defendido sintió por proteger a su familia, ha declarado este lunes el letrado que defiende a J. D. J, de matar de un disparo de escopeta a D. G., de 45 años, en 2019. El abogado de la defensa explica en la primera sesión del juicio que ha comenzado este lunes en la Audiencia Provincial de Bizkaia, que el principal acusado tendría la capacidad intelectual limitada y, aunque realizó un disparo mortal, lo hizo en defensa de su familia.
El letrado ha relatado en su exposición que el presunto autor del disparo sintió pánico ante la llegada de personas con "cachavas, cuchillos y una pistola". En este sentido, tras atribuir los hechos al "miedo" y a la "legítima defensa" por defender a sus familia, ha rechazado así la existencia de un plan preconcebido para perpetrar los hechos, según recoge Europa Press.
Por su parte, el letrado del segundo acusado, L. D. D, padre del primero, argumenta que su defendido solo disparó al aire para evitar que se produjera un "asalto a la vivienda", mientras que los otros tres encausados en el proceso niegan participación alguna en los hechos que se juzgan.
El juicio que se prolongará hasta el próximo 10 de marzo, se celebra a puerta cerrada y bajo amplias medidas de seguridad para evitar que testigos protegidos y miembros de las dos familias implicadas en el proceso, de etnia gitana, tengan contacto en el interior e inmediaciones del Palacio de Justicia.
LOS HECHOS
El suceso se remonta al 24 de octubre de 2019, cuando el menor de los dos principales acusados, J. D., mantuvo a primera hora de la mañana un enfrentamiento en un salón de juegos con D.G., al que agredió con un objeto punzante en el brazo. El origen de la disputa se encontraría en la relación sentimental que el herido mantenía con la exmujer del procesado.
Tal y como se recogen en los escritos de acusación, el herido habría llamado a su hermano y a la pareja de este para que, tres horas después, le acompañaran hasta la vivienda de los dos principales acusados, situada en la calle Bruno Mauricio Zabala. A su llegada, se habría producido un escándalo en el portal, donde, según apunta la Fiscalía, los otros tres acusados de complicidad -hermano, mujer e hijo del presunto autor del disparo mortal- habrían llegado armados con palos.
Por su parte, los dos principales encausados -padre e hijo- habrían bajado de su vivienda armados con escopetas de postas para las que contarían con licencia. De este modo, ambos habrían realizado disparos, pero fue el hijo, J. D., quien perpetró el tiro que impactó en la cabeza de la víctima causándole la muerte. D.G., sufrió una hemorragia cerebral y falleció en el acto. El Ministerio Fiscal que rechaza que la víctima tuviera posibilidad de defenderse, pide para los principales acusados penas de 24 años por delitos de asesinato con alevosía y asesinato en grado de tentativa, así como indemnizaciones de 90.000 euros para la viuda y 180.000 para las hijas del fallecido.
La segunda sesión del juicio se reanuda este martes a partir de las 9.30 horas con la declaración de los cinco acusados por la muerte de D.G. La vista se celebrará a puerta cerrada y con estrictas medidas de seguridad que han sido tomadas, según recoge en un auto el magistrado presidente del Tribunal, Juan Mateo Ayala, para evitar cualquier enfrentamiento entre las dos familias.