El juicio por el asesinato a tiros de un hombre en plena calle en el barrio bilbaino de Zabala, en 2019, comienza el próximo lunes y con más medidas de seguridad de lo que suele ser habitual en otros casos. El enfrentamiento de varios clanes de etnia gitana, así como la declaración de varios testigos protegidos prevista en el juicio, ha obligado a la Audiencia Provincial de Bizkaia a tomar medidas excepcionales e intensificar la vigilancia con más agentes de lo habitual durante las dos semanas que dure la vista oral.

Esta decisión ha sido una de las tomadas este viernes por el magistrado-presidente de la sala, Juan Mateo Ayala, tras consultar previamente con todas las partes y tras la constitución del jurado popular formado por cuatro hombres y cinco mujeres. Estas medidas de seguridad podrían acompañarse con la celebración a puerta cerrada de la vista oral.

No sería la primera vez que, dada la gravedad del delito que se juzga y el número de imputados y testigos protegidos, el juez decidiera limitar la entrada de público y de medios a la sala. Será el lunes cuando se dé a conocer la decisión tomada por el juez que instruye el caso. Lo que sí ha podido saber DEIA es que la vigilancia tanto del exterior como del interior de los juzgados de Bilbao será reforzada con un mayor número de agentes de la Ertzaintza, que garantizarán la seguridad durante los días que se celebre el juicio.Constituido el jurado popular

Por otro lado, este viernes ha quedado constituido el jurado popular que, durante las dos próximas semanas, deberá juzgar a las cinco personas acusadas de su implicación en el suceso que se desencadenó en el asesinato a tiros de D. G., hace tres años, en Bilbao La Vieja. El lunes y el martes declararán los cinco acusados -cuatro hombres y una mujer- . El primer día de la vista oral será el turno de L. D.D y de J. D.J, su hijo, ambos acusados de ser los presuntos autores de los disparos que provocaron la muerte de D.G., en plena calle.

En las próximas dos semanas están llamados a declarar una larga lista de testigos -muchos de ellos protegidos-, así como agentes de la Ertzaintza que instruyeron el caso, forenses y también psicólogos. Cinco personas -cuatro hombres y una mujer- son los implicados presuntamente en la muerte de D. G., quien falleció víctima de varios disparos, uno en la espalda y otro en la cabeza, realizados con varias escopetas.

Antecedentes

Los hechos que se juzgan se desarrollaron en octubre de 2019, en el barrio bilbaino de Zabala. La tragedia se desencadenó alrededor de las dos y media de la tarde, un momento de gran trasiego en la zona. El enfrentamiento entre dos familias a causa de los celos fue la principal hipótesis que barajaron los investigadores como desencadenante de la muerte de un hombre, que respondía a las iniciales de D.G. En aquel momento, la Ertzaintza detuvo a dos hombres de una misma familia como presuntos autores del crimen; a L. D.D., que entonces tenía 70 años y, a J. D.J., de 37 años, su hijo, quienes confesaron ser los autores del crimen de D. G. de 45, en las primeras declaraciones ante la Ertzaintza.

Tras disparar en la cabeza con una escopeta de postas a la víctima a las 14.40 horas a la altura del número 17 de la calle Bruno Mauricio Zabala, los dos presuntos autores del crimen, el padre y el hijo, buscaron refugio en su domicilio, ubicado en el quinto piso del número 8 de la misma vía, a pocos metros de donde fueron detenidos presuntamente por ser los causantes de la muerte. Padre e hijo se entregaron sin oponer resistencia dos horas más tarde de presuntamente realizar los disparos y matar a tiros a D. G.

La relación que mantenían las dos familias pudo haber sido la causa que motivó el enfrentamiento entre los dos clanes. Al parecer, dos matrimonios de estas familias, de etnia gitana, mantenían una estrecha relación hasta que uno de los hombres mantuvo una relación amorosa con la mujer del otro. Al enterarse de lo ocurrido, el marido engañado le dijo al otro que no pisaran el barrio ni él ni ninguno de sus familiares.

Sin embargo, el hermano del hombre a quien habían prohibido acudir allí se acercó por Zabala, por lo que, al verlo, se generó una importante discusión entre un grupo de personas que amenazaron y tiraron objetos al coche de la víctima. La discusión acabó en tragedia y con la muerte a tiros de un hombre. La víctima estaba acompañada por varias mujeres, que intentaron auxiliarle colocándole ropa sobre la herida en la cabeza en medio de un gran charco de sangre, y que tuvieron que ser atendidas por los servicios sanitarios a causa de ataques de ansiedad.