Las tarifas de Bilbobus, el importe que se paga por acometer una obra en casa, el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), el tique de la OTA, la tasa que cobran los bomberos o el precio de un estacionamiento municipal seguirán costando lo mismo el año próximo.

Las tasas e impuestos municipales continuarán con los importes vigentes en 2019 después de que el equipo de gobierno de Bilbao decidiera ayer mantener la congelación fiscal que aplicó el pasado año para el presente ejercicio ante la grave situación económica que continúa en la villa como consecuencia de la pandemia. Ello supone que, a lo largo del próximo 2022, las arcas municipales tendrán “una menor recaudación de más de dos millones de euros”, desveló ayer Marta Ajuria, la concejala de Hacienda.

La medida adoptada ayer, que implica que seguirán en vigor las actuales ordenanzas fiscales, era esperada después de que la situación económica de la villa continúe al ralentí con lo que supone de generación de riqueza bajo mínimos.

Marta Ajuria especificó que “es una propuesta muy estudiada y fruto de una profunda reflexión” la cual tiene como objetivo primordial aliviar las cargas “tanto a la ciudadanía como en el tejido empresarial de la ciudad”. Como ejemplo de beneficios para este último sector expuso la exclusión del pago de tasas al colectivo de los feriantes o de los hosteleros por la colocación y ampliación de terrazas.

La concejala consideró que tras la decisión de choque tomada el pasado año, “ahora damos un paso más para que sirva de palanca de reconstrucción, recuperación y ayuda, para salir cuanto antes de la crisis”.

Además, junto a la congelación de tasas e impuestos, se mantendrán los beneficios fiscales y las facilidades de pago existentes a los contribuyentes.

El mantenimiento de los impuestos locales se añade a la batería de acciones activadas por el Consistorio dentro del Plan Bilbao Aurrera “con acciones de cohesión social, ayudas directas, bonos a los sectores de hostelería, comercio, cultura y turismo o apoyos al mundo cultural”, indicaron fuentes municipales.

La edil de Hacienda presentó ayer a los grupos municipales la iniciativa del equipo de Aburto que incluía también toda una serie de modificaciones de carácter técnico y de adaptación a los cambios normativos. Ahora se inicia el trámite administrativo para su aprobación en el pleno que se celebrará en septiembre próximo.

Críticas de la oposición

Tras la decisión del equipo de gobierno formado por PNV y PSE, las reacciones de los grupos de la oposición fueron casi inmediatas. EH Bildu consideró que la congelación “no se ajusta a la realidad social de los bilbainos” y creía por ello que “otra vez más, se pierde la oportunidad de ahondar en una fiscalidad más justa y progresiva”.

El edil abertzale Asier González lamentó que “solo se han planteado pequeñas modificaciones en la aplicación de tasas” y anunció que las iban a estudiar a fondo “para conocer el calado que tienen y proponer alternativas si fuera necesario”. Su objetivo de “políticas fiscales justas” irán principalmente dirigidas a la vivienda, tasas turísticas y siempre “con perspectiva de género”.

El concejal de EH Bildu consideró que, el actual escenario fiscal local no beneficia “a los bilbainos con menos recursos y premia la actividad de constructoras y grandes intereses empresariales, trasladando así la carga fiscal al conjunto de la ciudadanía”.

Por su parte, desde Elkarrekin Podemos su portavoz municipal, Ana Viñals, especificó que “sigue haciendo falta un modelo fiscal más justo y equitativo para Bilbao”. Con su ideario en la mano acusó al equipo de gobierno de “continuista”, el cual, según dijo, “consolida un modelo fiscal hecho a la medida del bolsillo de las grandes empresas y patrimonios, la iglesia y las empresas del ladrillo”. A todos ellos los calificó de “grandes beneficiados del actual modelo de política fiscal”.

La edil de Elkarrekin Podemos se mostró partidaria de la congelación pero solo de aquellas tasas e impuestos que “no discriminan por capacidad económica”.

Se mantienen

La batería de impuestos que no suben su coste es variada y va desde la OTA, aparcamientos municipales y las tarifas de Bilbobus hasta el IBI, la tasa de alcantarillado o el impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras.

Beneficios

Otra medida tomada ayer importante para muchos bilbainos es que el año próximo se mantendrán los beneficios fiscales existentes para algunas actividades y las facilidades de pago a los contribuyentes.

Plan Aurrera

El mantenimiento de tasas e impuestos supone una acción más que va en paralelo al Plan Aurrera activado por el Ayuntamiento para paliar los efectos económicos que sufre Bilbao por la pandemia.

Tramitación

Marta Ajuria ya ha presentado a los grupos municipales el proyecto en comisión informativa, tras lo que el próximo lunes se abrirá el plazo de presentación de enmiendas que se tratarán en el próximo pleno de setiembre.