BILBAO. El informe, ha explicado, concluye que el número de camadas recogidas o atendidas tanto por el servicio como por las asociaciones protectoras conveniadas en 2018 ha disminuido "considerablemente" respecto a los años anteriores.
Entre los datos que recoge, ha destacado los 265 gatos capturados, esterilizados y soltados hasta la actualidad, de los que 182 corresponde a 2018 y 83 a 2017.
Los distritos con mayor número de felinos tratados siguiendo esta metodología han sido Basurto-Zorroza, con 77 y ocho colonias detectadas, y Rekalde, con 73 y seis colonias asentadas. Les sigue Otxarkoaga-Txurdinaga, con 56 y 10 colonias localizadas.
La concejal de Salud y Consumo ha valorado la labor de las 32 personas cuidadoras y alimentadoras que colaboran "activamente" con el Área de Salud y Consumo en el desarrollo de este programa, en el que el Ayuntamiento se hace cargo de los gastos derivados de la esterilización y tratamientos veterinarios en diferentes clínicas de Bilbao.
Según ha recordado el Consistorio, tras varias fases previas, a partir del mes de julio de 2017 se procedió a visitar por parte de personal veterinario municipal, acompañado por las diferentes alimentadoras contactadas por el Área de Salud y Consumo, las distintas ubicaciones en las cuales se alimenta diariamente a diversas colonias de gatos.
El objetivo, en palabras de sus responsables, consiste en "coordinar la captura, esterilización y suelta de animales procedentes de dichas colonias y formar a las personas alimentadoras para el seguimiento estricto de los criterios sanitarios que el Ayuntamiento requiere para autorizar la alimentación en vía pública de gatos callejeros".
El Ayuntamiento ha proporcionado las jaulas necesarias para su captura a las personas alimentadoras que gestionan las diferentes colonias visitadas, que se encargan de trasladar los ejemplares capturados a las clínicas veterinarias autorizadas, donde se efectúa, además de la esterilización de los animales, su desparasitación interna y externa, tratamiento antibiótico postoperatorio de larga duración y marcaje en la oreja.
Tras la intervención quirúrgica y la observación postoperatoria, los gatos son devueltos a su entorno habitual, salvo que "deban ser reinstalados en otras ubicaciones más idóneas" por motivos de salud pública, como en el caso de las colonias ubicadas en colegios, hospitales, recintos deportivos, recintos alimentarios y estaciones de transporte público, o de fuerte rechazo vecinal.
Los responsables de las colonias sobre las que se actúa deben informar periódicamente de diferentes cuestiones para poder controlar la evolución de la población a lo largo del tiempo y la eficacia de las medidas adoptadas, con el objetivo de mantener controlada la población de gatos callejeros en esas ubicaciones.
Desde el Consistorio han recordado que "la presencia de colonias de gatos callejeros en entornos urbanos son motivo de conflictos y denuncias vecinales, derivadas de la propia etología de la especie".
"Históricamente, en el Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao existe el firme compromiso de abordar la situación de los gatos callejeros de la manera más eficiente posible para reducir las molestias que generan a los vecinos, respetando la legislación vigente en materia de bienestar animal", han destacado.
Teniendo en cuenta la política municipal de "sacrificio cero" mantenida desde hace más de diez años, el Centro de Control Animal ha llegado a la conclusión de "la difícil gestión de estos animales criados en la calle, que no son viables para darlos en adopción".