Bilbao - El puente Euskalduna tuvo que ser cortado ayer al tránsito del tráfico rodado y de peatones durante dos horas, después de que unas placas metálicas de gran envergadura se cayeran de la cubierta y salieran volando hasta mitad de la calzada. La Policía Municipal de Bilbao se vio obligada a cortar el acceso de los vehículos por la rotonda del Euskalduna, pero también, por precaución, se impidió a los viandantes que pasaran por la zona peatonal ante el peligro de que cualquier otra pieza pudiera desprenderse y golpear a alguna persona.
Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 18.20 horas y el viento fue el causante del incidente. Las fuertes rachas que se sucedieron, principalmente en esa hora de la tarde, hicieron que se desplazaran las planchas metálicas con las que estaban trabajando los operarios. Y es que esta es la segunda vez este año que el Ayuntamiento se ve en la necesidad de cerrar este acceso por la caída de placas al suelo. Ayer no fueron las instaladas en la cubierta sino, precisamente, las que tenían los trabajadores para reparar los desperfectos de la primera incidencia. Los bomberos acudieron de inmediato a retirar el material, pero debido al peso de las planchas tardaron poco más de dos horas en restablecer el tráfico de manera que no fue hasta las 20.30 horas cuando se reabrió el paso.
Las obras que se están realizando en el puente comenzaron el mes pasado y está previsto que se prolonguen al menos durante cuatro meses. Para ello, la Diputación Foral de Bizkaia ha destinado 450.000 euros para reparar los desperfectos que presenta este voladizo.
Pese a que se trata de un problema que no es estructural y que por tanto no ha supuesto ningún peligro para los peatones. No obstante, parte de este paseo peatonal permaneció acotado desde el pasado mes de junio hasta octubre, que es cuando comenzaron los trabajos de reparación.
En aquella ocasión, el suceso se produjo hacia las cinco y media de la madrugada cuando un estruendo anunció que había un problema en el viaducto. Poco después, hacia las 6.00 horas, el tráfico rodado por esta carretera, en la que cada día circulan 40.000 vehículos, se interrumpió.
Un informe técnico de la Diputación decretó el mismo día que el daño, por suerte, solo era estético y no estructural de forma que no afectaba a la estructura ni a la seguridad. Los técnicos forales trataron de encontrar el diseño de una pieza que fuera capaz de mantener unidas a la misma altura las dos marquesinas.
Las obras iniciadas consistirán en reparar la “alteración estética” de la marquesina que cubre el paso peatonal del puente y en instalar pilotes en el estribo del puente de la zona de Deusto como labor “preventiva” por si en el futuro hubiera que hacer rellenos en la zona que provocaran un hipotético nuevo asentamiento.
Por otro lado, los Bomberos se vieron también obligados a retirar una placa del estadio de San Mamés que se había desprendido junto a la tienda del Athletic y también la techumbre de la marquesina de la calle Capuchinos de Basurtu.