EL deporte no solo está hecho para los jóvenes. Cada día, los 26 centros repartidos por todos los distritos de la villa promovidos por el programa Salud para mayores se llenan de ilusión gracias a las 3.000 personas mayores que salen de casa para pasar un buen rato. Este proyecto se gestó en 1986 y sus primeros participantes rondaban los 55 años; ahora, 30 años después, muchos de sus usuarios son octogenarios y presentan una mejor funcionalidad que por aquel entonces.
Ayer, un total de 700 usuarios, acompañados de amigos y familiares, se reunieron en la fiesta anual del envejecimiento en el pabellón de La Casilla para despedir el año. A esta jornada festiva acudieron también el teniente de alcalde y coordinador de Políticas de Movilidad, Alfonso Gil; la concejala de Salud y consumo, Yolanda Díez, y la concejala de Igualdad, Cooperación, Convivencia y Fiestas, Itziar Urtasun.
“Sois imprescindibles para esta sociedad. Habéis sido el sustento de vuestras familias durante mucho tiempo y os debemos un reconocimiento. Os necesitamos en buena forma física”, comentó Gil mientras recibía el calor de los aplausos de los allí presentes. “Creemos en la vida saludable y todos vosotros os estáis convirtiendo en verdaderos agentes de salud”, proseguía Yolanda Díez.
La ilusión por pasar un buen rato se palpaba en el ambiente. Durante la mañana se realizaron diversos circuitos de ejercicios que realizan diariamente en sus respectivos centros. Aurresku y sorteos incluidos, la jornada de ayer se convirtió para los asistentes en un día “especial y diferente”, confesaba Leonor Solana, que desde hace un año forma parte del programa Salud para mayores. “Empecé obligada por mis hijos pero ahora me siento más joven y me lo paso muy bien”, comentaba, aguantado a duras penas las ganas de bailar.
Mayores con historia La mayoría de los usuarios rondan los 80 pero los hay más veteranos. En este festín anual, se quiso rendir homenaje a dos personas con mucha historia dentro del programa. Ellos son Juana Verger y Félix Heras de 94 años, madrina y padrino de Salud para mayores. La clave para estar en buena forma física, según Solana, lo tienen los monitores. “Ellos son los responsables de que vengamos y nos vayamos con las pilas cargadas a nuestra casa”, aseguraba.
En todos los distritos bilbainos realizan actividades de todo tipo. “Trabajamos la coordinación y el equilibrio para mejorar la fuerza en las piernas y que tengan menos caídas”, comentaba Álex González, coordinador de monitores del programa.
Las mujeres siguen siendo mayoría en este tipo de proyectos pero los hombres ponen todo su empeño por mover las caderas en cada clase. “A ellos les cuesta más venir pero en general son un público agradecido. A ellas les gusta mucho, sobre todo, las actividades con música”, dijo González. Y para no perder la costumbre, de esta manera concluyó esta edición de Navidad del programa Salud para mayores: poniéndole ritmo y ganas al día.