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“Si Ziganda saca la gabarra este año, pueden tirar al capitán al agua de la ría sin riesgos para su salud”

“Si Ziganda saca la gabarra este año, pueden tirar al capitán al agua de la ría sin riesgos para su salud”Oskar Martínez

PEDRO Barreiro es un hombre de trato amable que ha aprendido a hacer magia con el agua. Maneja con tiento el Consorcio de Aguas de Bilbao para llevar agua potable a miles de hogares y convierte las cloacas en elementos menos perjudiciales para el entorno. Su posición como gerente en esta entidad, más su paso por el Ayuntamiento de Bilbao en los noventa, lo convierten en una voz a tener en cuenta en el repaso a la transformación de Bilbao en los 40 años de vida de DEIA.

28 de agosto de 1983Bilbao, arrasada por las inundaciones

La Aste Nagusia de 1983 acabó de manera abrupta por unas inundaciones que lo sacudieron todo. “Todos tuvimos que ayudar y arrimar el hombro para intentar limpiar lo que el agua había traído”, recuerda Pedro Barreiro 34 años después, “la fuerza de la naturaleza desbocada puede volver a repetirse en cualquier momento”. El director general del Consorcio de Aguas rememora aquellas imágenes de José Luis Robles “con las botas de goma” o del diputado general José María Makua “anunciando que si hace falta arruinará Bizkaia para volver a ponerlo en su esplendor”.

Con la distancia que da el tiempo, Barreiro asegura que “la ciudad está más preparada para afrontar aquello”. En 1983 coincidieron una serie de ingredientes que favorecieron la creación de aquel escenario dantesco. Los adelantos tecnológicos y científicos, así como la implantación de cuerpos coordinados de respuesta, hacen que ante el mismo escenario las consecuencias serían muy diferentes. “Los sistemas de predicción meteorológica y de emergencias están infinitamente más preparados para poder acometer y avisar de una circunstancia como aquella”, apunta Pedro Barreiro, “entonces el agua vino de una forma muy rápida. Llovió torrencialmente durante unas cuantas horas en fiestas de Bilbao y en pleno mes de vacaciones. Se juntaron una serie de las condiciones más desfavorables para lo que pudo haber sido la alarma o la detección de un problema de este tipo. Hoy en día eso seguro que no se daría”.

8 de mayo de 1984Un Athletic campeón sobre las aguas de la ría

A principios de los años 80 casi todo lo relacionado con la ría de Bilbao era algo negativo. Pero en las primaveras de 1983 y 1984 los márgenes de la ría se tiñeron de rojiblanco para celebrar los títulos conseguidos con el Athletic. “Lo viví con mucha alegría”, confiesa Barreiro.

Los hombres entrenados por Javier Clemente festejaron sus logros en una gabarra, creando un icono que perdura en la sociedad vizcaina. “Aquel equipo que en dos temporadas ganó tres títulos llenó de ilusión Bilbao y Bizkaia” asegura Pedro Barreiro, “más o menos esto coincide con los inicios del plan integral de saneamiento y podemos ver, si miramos más allá de la gabarra, que es algo que casi nadie hace, que la gabarra se deslizaba sobre unas aguas bastante marrones. Pero en aquel momento de euforia nadie estaba especialmente interesado en el agua sobre el que iba la gabarra”.

Ciertamente, las aguas de la ría han cambiado mucho desde entonces y no es de extrañar que los trabajadores del Consorcio de Aguas utilicen las fotos de la celebración del Athletic para presumir de los frutos que ha dado su trabajo. Es de esperar, entonces, que cuando el Athletic vuelva a ganar un título la escena de la ría sea algo diferente. “Si Kuko Ziganda saca la gabarra esta temporada, le tocará celebrarlo en otra agua diferente y puede que hasta tiren al capitán del Athletic al agua para celebrarlo sin riesgos para su salud, algo que hubiese sido impensable entonces”, advierte el director del Consorcio de Aguas, “así lo hacen con el patrón de Ingenieros o Deusto cuando ganan la regata del desafío de las universidades”.

5 de mayo de 1987La lucha contra la contaminación

En la portada de DEIA del 5 de mayo de 1987 se podía leer cómo unos delegados de la CEE se sorprendían por los niveles de contaminación de Bilbao. Tal y como explica Pedro Barreiro, aquello no se debía solo “a las actividades humanas”, sino que también era consecuencia “de una industria contaminante con la que hubo que trabajar para que las emisiones que hacían a nivel atmosférico y en el agua se fuesen eliminando”.

El problema llegó a cotas tan preocupantes, que Bilbao y su entorno “pasaban por ser la segunda zona de Europa más contaminada”.

El trabajo contra esa lacra se ha desarrollado de una manera integral, hasta el punto de convertir la regeneración de la ría en la piedra angular sobre la que se ha erigido el nuevo Bilbao. “Sería absolutamente inconcebible un Bilbao moderno como el que tenemos con una ría sucia”, sentencia Barreiro, “los ciudadanos de todo Bilbao metropolitano no eran tontos y todo se hacía de espaldas a la ría, porque era su cloaca natural. El museo Guggenheim mirando a la cloaca no tendría ningún sentido. Estoy convencido de que Frank Gehry, de haber conocido aquella ría, nunca hubiera planteado el museo Guggenheim en el sitio en el que se planteó. Lo que ha hecho la ciudad es darse la vuelta como un calcetín y volverse a la ría. Ahora los márgenes de la ría son una zona enormemente agradable y de alta calidad de vida”.

Aunque Bilbao ha cambiado, aunque la contaminación no sea ya una lacra tan visible, lo cierto es que “en términos de contaminación nunca te puedes relajar”. Pedro Barreiro señala que hoy en día las mayores amenazas, en cuanto a contaminación se refiere, son “las emisiones de vehículos”, contra las que la industria del automóvil a buen seguro que desarrollan soluciones en el futuro, y “nuevos peligros que surgen como son las toallitas, los aceites o las perlitas de los detergentes”.

Pero de todo el camino que se ha recorrido en las últimas décadas en la lucha contra la contaminación quizá el logro más significativo está en la concienciación de la población. “Hoy en día, si hay un vertido, casi antes de que lo detecte personal municipal o del Consorcio, ya te ha avisado un vecino, aunque sea un tema menor, para que se actúe”, se congratula el director gerente del Consorcio, “el ciudadano es plenamente consciente y es el primero que llama para avisar de un vertido. Eso en los años 80 era impensable”.

27 de mayo de 1991Concejal en Bilbao junto a Ortuondo

En mayo de 1991 la vida profesional de Pedro Barreiro sufrió un importante cambio de rumbo. Él se había dedicado siempre a la empresa privada, pero alguien pensó que tenía mucho que aportar en el ámbito de la política. Ante aquella propuesta, dio un giro “por vocación y por compromiso político”. “Siendo relativamente joven me pidieron que fuese como concejal en la candidatura de Josu Ortuondo a la alcaldía de Bilbao y así lo hice”, recuerda, “estuve 8 años como concejal, normalmente trabajando en áreas de carácter técnico”.

Esas dos legislaturas resultaron ser cruciales en la gestación del Bilbao que los vecinos y visitantes disfrutan hoy en día. “En esos 8 años tuvimos diferentes actuaciones que fueron relativamente importantes”, admite el hoy director gerente del Consorcio, “estuvo la inauguración del museo Guggenheim, del palacio Euskalduna? Algunos elementos que configuran este nuevo Bilbao ya se inauguraron en aquella época”. Quizás lo más impactante fue la audacia de los dirigentes de aquel tiempo, ya que “eran cosas que en el año 1991 no estaban ni pensadas”. “Hubo que pensarlos, diseñarlos y desarrollarlos”, detalla Pedro Barreiro. A nivel particular, desempeñó las labores de concejal de circulación, por lo que le tocó inaugurar infraestructuras muy rompedoras y vitales. Por ejemplo, Barreiro vivió en primera línea la inauguración de la Línea 1 del metro de Bilbao. “De hecho, no se han vuelto a inaugurar estaciones de metro en Bilbao hasta este mismo año”, señala el exconcejal. También participó en la puesta en marcha del tranvía.

11 de noviembre de 1995Felicidad en la inauguración del metro

La construcción del metro de Bilbao fue una obra faraónica. “Supuso una inversión verdaderamente ingente para la época”, recuerda Pedro Barreiro, “se hizo un gran trabajo estudiando distintos metros de todo el mundo para que sirvieran como modelo de lo que iba a ser el metro de Bilbao”. Como concejal le tocó estar presente en la comisión de puesta en marcha. Pero todo era tan complejo que nunca llegaba el momento de fijar la fecha en la que se debía inaugurar el suburbano. “Había algo de miedo escénico”, recuerda con una sonrisa el exconcejal. Fue entonces cuando surgió la figura del diputado general, que dio una paso adelante y tomó el toro por los cuernos. “Fue Alberto Pradera quien dijo que la inauguración debía ser el día 11 del mes 11 a las 11.00 horas. Y entonces ya todo el mundo se tuvo que terminar de poner las pilas para que la inauguración fuese ese día. Si no llega a tener esa determinación Pradera, todavía estaríamos con la comisión de puesta en marcha”, bromea Barreiro.

Por fin llegó el día. Nervios, mil detalles por pulir, una colección ingente de personalidades y, sobre todo, miles de bilbainos y vizcainos deseando probar el nuevo transporte. “Aquellos fueron momentos muy ilusionantes personalmente, porque los viví involucrado como concejal de transporte”, relata Pedro Barreiro, “recuerdo la enorme alegría de la gente en la inauguración del metro, con las estaciones absolutamente llenas. Llegaban los metros repletos y los que estaban en la estación no podían subirse al metro. Era imposible, pero aplaudían y gritaban cuando veían que llegaba un metro sin ningún tipo de orden en cuanto a horarios. Fue algo importante en la vida de toda la ciudad”.

13 de julio de 1997El cruel asesinato de Miguel Ángel Blanco

Seguramente el día más difícil de Pedro Barreiro como miembro del Ayuntamiento de Bilbao fue en el que ETA asesinó al concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco. Además de ser el concejal de transportes, Barreiro era quien dirigía la policía municipal. “Para la policía municipal de Bilbao fueron unos días muy duros y muy intensos”, lamenta, “el día de su asesinato, que se conoció a las 16.00 horas, se hizo una manifestación en Bilbao y me tocó trabajar en la organización de la misma. Hubo que trabajar con muchos cambios no previstos y hubo un momento muy duro. Casi a las 15.00 horas un diputado del PP nos trajo a la familia de Miguel Ángel Blanco, que había perdido los autobuses que volvían a Ermua, y nos preguntaba si había alguna manera de llevarlos al pueblo. A las 15.00 horas un coche camuflado de la policía municipal les llevó a Ermua. Lo único que pudimos hacer fue desearles suerte, pero Miguel Ángel fue asesinado una hora después”.

Tras el fatal desenlace la población no pudo contener la indignación por lo sucedido y no fueron pocas personas las que se agolparon en las puertas de las Herriko Tabernas para protestar. “Después hubo momentos de tensión, porque la gente asaltó las sedes de la izquierda abertzale”, relata Pedro Barreiro, “hubo momentos muy intensos y peligrosos en Bilbao. Era un ambiente muy complicado y conseguir que no saltaran chispas mayores y no se produjeran efectos de carácter mayor nos hizo trabajar mucho aquellos días”.

19 de diciembre de 2002Un tranvía para Gasteiz que terminó en Bilbao

En su paso por el Ayuntamiento, Barreiro participó en el diseño y en la puesta de la primera piedra del tranvía de Bilbao, pero su inauguración fue cuando él ya había salido del consistorio. Barreiro describe cómo el proyecto aterrizó de rebote en Bilbao: “Gasteiz se planteó la posibilidad de tener tranvía. Al final no se dieron todos los condicionantes para sacar el proyecto adelante en aquella época y nosotros empezamos a hablar con el Gobierno Vasco de la posibilidad de hacer el tranvía en Bilbao. Eran momentos en los que los recursos económicos eran más amplios y el Gobierno ya tenía partidas presupuestarias para el tranvía de Gasteiz. Como iban a quedar sin utilizarse, sirvieron para sacar adelante el proyecto del tranvía de Bilbao. Técnicamente el proyecto se desarrolló en un tiempo bastante récord”.

16 de julio de 2004Nombrado director gerente del Consorcio

Barreiro dejó el Ayuntamiento y regresó a la empresa privada. Pero en 2004 su teléfono volvió a proponerle otro desafío. “Me plantean la posibilidad de ser director gerente del Consorcio de Aguas. Era un momento en el que el Consorcio no estaba en su mejor fase. Era un reto, pero también era complicado. Tras pensarlo decidí aceptarlo, porque entendía que el Consorcio es una entidad que cuenta con un personal francamente muy bueno, técnicamente es una gran empresa y que ha estado haciendo una de las obras medioambientalmente más importante de Euskadi. Me lancé al reto”.

Trece años después está satisfecho de lo que ha realizado el Consorcio y cree que la sociedad tiene una buena percepción de la calidad del trabajo sacado adelante: “Nosotros estamos continuamente haciendo encuestas a los ciudadanos sobre qué opinan de los servicios que les da el Consorcio. En general la nota media que tenemos es alta y nos indica que parece que vamos por el camino correcto”.

30 de marzo de 2007Asamblea del centenario de BBK

Un momento simbólico que Pedro Barreiro recuerda con cariño es la asamblea extraordinaria que la BBK organizó en 2007 con motivo de su centenario. “En 1999 la BBK me designó vicepresidente en representación del Ayuntamiento de Bilbao. En 2007 se celebró el centenario de la BBK con una asamblea especial que se organizó en el Guggenheim y, por circunstancias, el presidente Xabier de Irala estaba hospitalizado y me tocó presidir aquella asamblea. Era un vicepresidente no ejecutivo y sin ningún tipo de remuneración. Estuve en una entidad que era la más solvente del Estado y que ha permitido que las cajas vascas nunca se hayan visto inmersas en esa vorágine en la que han estado otras cajas del Estado. Es una caja muy solvente y sin tarjetas negras”.

17 de marzo de 201750º aniversario del Consorcio de Aguas

El pasado 17 de marzo el Consorcio de Aguas cumplió 50 años y lo celebraron en un acto institucional en el que recordaron que “una entidad como esta, con cincuenta años de vida, ha contribuido a dos elementos que son fundamentales: al suministro de agua potable 24 horas al día los 365 días del año a todo nuestro ámbito de influencia, que es el 92% de la población de Bizkaia. Y, lógicamente, al saneamiento de la ría y de otros ríos”. Barreiro recuerda que no se trata de sanear solo la ría de Bilbao: “No nos podemos olvidar de que el Kadagua venía lleno de espuma, que el Ibaizabal era un río que venía lleno de espuma?”. Para conseguir esas mejoras Barreiro quiere que se tenga en cuenta que “todas esas tareas también se hacen con el liderazgo tecnológico del Consorcio y la ayuda económica de muchas instituciones, principalmente de la Diputación Foral de Bizkaia”.