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Casi 9.000 cruceristas invaden Bilbao

La Autoridad portuaria recibe la mayor cantidad de pasajeros en una sola jornada al coincidir el atraque en los muelles de Getxo de tres grandes cruceros

Casi 9.000 cruceristas invaden BilbaoBorja Guerrero

Getxo - Ayer, Bizkaia, Bilbao y la Autoridad Portuaria vivieron una jornada histórica. Una marea de casi 9.000 turistas invadió el territorio y sus zonas más atractivas después de que a primera hora arribaran tres supercruceros a las tres líneas de atraque de los muelles de Getxo. Y es un día a registrar en los anales portuarios y turísticos porque la gran capacidad de los barcos de ocio supuso batir el récord del número de cruceristas que se han atendido en una sola jornada.

En concreto fueron 8.700 turistas que han llegado a bordo del Brittania, el barco más grande de la compañía británica P&O, el Independence of the Seas, propiedad de la naviera Royal Caribbean International, y el Seven Seas Explorer, de la compañía Oceanía, y que se estrenaba ayer en los muelles vascos.

Los dos primeros son los que más capacidad tienen y los que más llenos venían. Según los datos de la Autoridad Portuaria, el que más visitantes trajo fue el Independence of the Seas dondeviajan 4.280 pasajeros. El Britannia también venía con su pasaje casi completo al transportar a 3.828 cruceristas, mientras que el tercer buque, el más pequeño, atendía a bordo a 604 turistas. Una invasión de personas ávidas por conocer nuestro territorio y que se notó a todos los niveles. El tráfico de lanzaderas fue masivo toda la jornada y se movilizaron un total de 38 autobuses para trasladar de los muelles hasta el centro de Bilbao y viceversa a todos aquellos cruceristas que no habían contratado excursiones en sus embarcaciones.

Para estos, también hubo un llamamiento masivo a las empresas de transportes locales ya que se tuvo que contratar otros 38 autobuses para transportar a este colectivo.

A los turistas hubo que sumar las tripulaciones de los tres buques, alrededor de 4.500 personas. A una buena parte de este colectivo le tocó trabajar a bordo, pero otra gran cantidad tuvo unas horas libres y, evidentemente, desembarcaron para conocer sobre todo Getxo y alrededores.

Las riadas de personas que ocuparon las aceras desde la zona de los muelles hasta la rotonda cercana al Puerto Deportivo de Getxo estuvieron presentes durante toda la mañana. Josu Basterra, vecino de Algorta y habitual testigo de la llegada de cruceristas a Getxo indicaba ayer a DEIA que “nunca había visto tantos turistas andando tanto por el paseo de la playa de Algorta como por el que llega hasta las Arenas y el Puente Colgante. Su presencia ha sido constante y masiva”.

También, la oficina de turismo de Getxo no paró de atender demandas de los visitantes de direcciones y mapas. Los comercios de la zona de Algorta tuvieron más clientes y los bares y restaurantes del Puerto Viejo llenaron sus terrazas de idiomas tan diferentes como el inglés, chino, alemán y japonés. Además, el magnífico día climático que acompañó a los descubridores de la costa vizcaina ayudó a que se consumiera más bebidas. Incluso, hubo varios que se animaron a darse un chapuzón en la playa de Algorta.

Otro escenario que fue de locos fue el portuario. La Autoridad Portuaria de Bilbao tuvo que estirarse a tope para atender de golpe no solo a la ingente cantidad de visitantes, también toda la operativa que significa el atraque a la vez de buques con tantas necesidades a cubrir en tan poco tiempo de escala.

Hay que tener en cuenta que no solo se ha abierto la nueva terminal marítima recién inaugurada hace dos meses para atender al buque de mayor eslora, el Independence of the Seas, también hubo que habilitar la terminal antigua ubicada en el primer muelle.

La Policía del Puerto se tuvo que desplegar para organizar el incesante trasiego de cruceristas que durante todo el día circularon de ida y vuelta a los barcos. Además de la seguridad también trabajaron a destajo los equipos de operaciones, comerciales y otras áreas del Puerto. De igual manera se multiplicó la actividad de los amarradores que tuvieron que atender a los tres buques y los prácticos gestionaron un día laborioso para ayudar a a los capitanes a acercar a los muelles sus cruceros y después orientarles en la salida de las instalaciones portuarias.

De la misma forma, las empresas consignatarias se duplicaron para estar disponibles ante cualquier contingencia necesaria tanto de la tripulación como de los pasajeros.

Una gran grúa y un infarto El exigente pasaje de Seven Seas Explorer, ha puesto a prueba a los miembros de la consignataria Incargo. Hay que tener en cuenta que este barco no tiene ni un año, salió de los astilleros en julio pasado, y ha sido construido y diseñado para ser el barco más lujoso de los mares... y los precios y viajeros estaban a la altura. Además, al ser la primera vez que llegaba al puerto de Bilbao la Autoridad Portuaria entregó al capitán del crucero la tradicional metopa, la placa conmemorativa con la que se obsequia a todos los cruceros que se estrenan en los muelles de Getxo.

Otro elemento extra que se vivió ayer fue la movilización de una alta grúa móvil para poder aprovisionar de una tacada la masiva cantidad de productos que necesitaba el Independence of the Seas. La consignataria Berge fue la encargada de organizar todo el dispositivo para que esta pluma de casi 30 metros de altura se acercara al muelle Getxo 3 donde estuvo atracado para practicar el avituallamiento necesario.

También, los responsables de Transcoma Shipping, la consignataria en Bilbao del crucero Britannia tuvieron que gestionar el traslado sanitario de uno de los pasajeros al que le dio lo que parecía ser un infarto de miocardio. Aunque le atendió el servicio médico del crucero fue recomendable su traslado a un centro sanitario, en este caso la clínica de la Virgen Blanca, por lo que se tuvo llamar a una ambulancia, contactar con el seguro médico y atender las necesidades de la persona que acompañaba al enfermo.

Evidentemente para esta pareja el crucero acabó en Bilbao de una manera desafortunada porque el Brittany no esperó y partió sin demora a las siete de la tarde. Este fue el último crucero en partir dando fin a una jornada histórica y que se superó con nota.

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