BILBAO. Jam session, pasacalles, coros, danza, orquestas, bandas... Musikaldia, la gran fiesta de los alumnos de música, convirtió ayer Bilbao en un gigantesco escenario. Más de 3.800 promesas del cuarto arte llenaron de acordes las calles, haciendo las delicias de las miles de personas que siguieron la jornada en los 15 escenarios dispuestos.

El objetivo de la jornada estaba claro: mostrar el trabajo que se lleva a cabo día a día en las escuelas de música. Y lo lograron con creces frente a un público maravillado y entregado que aplaudió y acompañó los compases con gusto. El espectáculo tiene garantizada su continuidad.