BILBAO. Según ha recordado la compañía, en 1886 el bilbaíno José Schumann y Cordés solicitó autorización para la instalación de una fábrica destinada a la elaboración de cervezas y bebidas gaseosas junto a la Ría.
La marca dejó de producirse hace 38 años y en 2014 la empresa renació con una pequeña producción fuera de la capital vizcaína.
"Hoy podemos anunciar que la fábrica vuelve a su lugar natural, a su origen, a su esencia y venimos con el objetivo de generar valor local y hacerlo de forma innovadora y respetuosa al máximo con nuestro entorno", ha explicado uno de sus socios promotores, Eduardo Saiz Lekue.
La fábrica de cervezas se ubicará en Bolueta en un edificio nuevo con 1.000 metros cuadrados de superficie y será una instalación moderna a la vanguardia de la tecnología, que generará 10 empleos directos.
Preparada para realizar cualquier variedad de cerveza y con una capacidad anual inicial de 2.000 hectolitros, la fábrica podrá alcanzar un crecimiento de hasta 4.000 hectolitros para 2019.
La moderna fábrica ha sido posible por el apoyo de Mahou San Miguel, que adquirió el 24,9 de la sociedad en 2015.
Las instalaciones de La Salve reducirán al máximo las emisiones de CO2 y se han comprometido a comprar a productores locales.
En 2015, La Salve comercializó un total de 200.000 litros y su objetivo es terminar 2016 con 800.000 litros vendidos.