Bilbao - Los propietarios de la nueva discoteca de Rodríguez Arias, 66 han querido rebajar la tensión suscitada entre los vecinos de la zona por la apertura de su local explicando en DEIA que van a cuidar al máximo todos “los aspectos de seguridad” y reafirmándose en que su prioridad es la insonorización. Los impulsores del proyecto, ubicado en la antigua sala de fiestas Aranzazu, afirman que la discoteca estará dirigida a un público más adulto, a partir de 40 años. El objetivo es ofertar espectáculos de “calidad” y dotar a la ciudad de una “alternativa que no existe” en la actualidad. Asimismo, los propietarios lamentan que su proyecto haya crispado a los vecinos de la zona, así como a la dirección del hotel y del colegio que se ubica en las inmediaciones. “Nosotros somos los primeros que no queremos enfrentamientos con nadie. Las cosas las vamos hacer bien, por eso, estamos cumpliendo todas y cada una de las exigencias que nos piden desde el Ayuntamiento al 200%”, apuntan.
La idea es abrir el local de jueves a domingo, con horario también de tarde (de 17.00 a 23.00 horas) para ofrecer a los clientes espectáculos de pequeño formato, por ejemplo monólogos o pequeños montajes teatrales. De noche, al disponer de licencia de sala de fiestas, grupo III el local podrá estar abierto hasta las seis de la mañana. “Ahora mismo no hay nada igual en la ciudad. Hemos decidido dar forma a este proyecto para atender la demanda de un público, de alrededor de 40 años para adelante, madurito que después de cenar no tiene adónde ir a bailar y a alargar la noche”, explican. Según apuntan, en el actual Bilbao existe un ocio de extremos. “O te vas a locales ubicados en la periferia dirigidos a un público joven o a locales tranquilos para tomar un trago”, describen. Los dueños no han querido fijar fecha de apertura de la nueva discoteca, de más de 600 metros cuadrados y que tendrá un aforo aproximado de 400 personas. “No queremos precipitarnos en nada. Queremos que el proyecto esté perfecto”, explican. A principios de este mes comenzaron con el derribo de las paredes para insonorizar el establecimiento, ya que, según explican, no van a escatimar en recursos para aislar el local del exterior y de los locales adyacentes. “Somos conscientes de que estamos pegados al hotel Ilunion y, por eso, es clave que el proyecto que hemos diseñado sea muy ambicioso, no solo en la decoración sino también en la seguridad y en la insonorización”.
Los propietarios comprenden que los vecinos puedan estar preocupados pero aseguran que no tienen razones para ello. “Una vez que esté abierto van a comprobar que lo que decimos es real y que va a ser bueno”. La discoteca dará trabajo a cuarenta personas. Además, los propietarios aseguran que en el exterior del establecimiento tres o cuatro personas se encargarán del control y de la retirada de vasos. “Nosotros no somos policía, pero entendemos que en parte debemos garantizar las menos molestias posibles”, cuentan. Por eso, tienen previsto acudir a la Policía Municipal para tener controlas las cuestiones de seguridad. “Estamos ilusionados con el proyecto. Estamos seguros de que va a cuajar muy bien por el tipo de música -70, 80 y 90- que vamos a poner”, concluyen.