oír al corazón. A la hora de escoger su rincón predilecto para la fotografía que ilustra estas páginas, Miguel Ángel Lujua escucha a uno de los mejores asesores que puede tener un hombre: su corazón. Sus dictados le han guiado hacia su tierra natal, Sestao. Y el hombre ha escuchado ese eco, la llamada de las raíces. La instantánea esta inmortalizada en los jardines del Ayuntamiento de Sestao, con la iglesia como telón de fondo. Ahí posa Miguel Ángel Lujua con orgullo de un hijo de su pueblo. Él, que tanto camino lleva andado, toma el reposo del guerrero y escucha al instinto. Sabe que su carácter se forjó a modo y manera que se forjó su tierra madre, a base de tesón, esfuerzo y sacrificio. Sintiéndose así, el rincón elegido no podía ser otro. El señor Lujua coge aire, sale de los despachos y Miguel Ángel pisa la tierra que le vio nacer. Cosas del corazón. Foto: Sampedro