BILBAO- El Ayuntamiento de Bilbao tiene previsto aprobar los nuevos tipos de IBI en el pleno que se celebrará el último lunes de mayo. Así, los vecinos de Bilbao conocerán a partir del próximo mes de septiembre el nuevo valor catastral de su vivienda y la correspondiente nueva cuota del Impuesto de Bienes Inmuebles. La entrada en vigor de los nuevos valores catastrales está prevista para el 1 de enero de 2017 y aunque previsiblemente suponga una diferencia en el recibo de algunos contribuyentes, la concejala del área de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Bilbao, Marta Ajuria, señaló que aún no pueden determinar el incremento. En todo caso, después de 40 años, en los que no ha habido una revisión parece previsible que haya modificaciones.

En Bilbao hay 350.000 elementos sujetos a IBI. Del total de recibos emitidos, al uso residencial corresponde el 87,53%, al comercial el 8,69%, al industrial el 1,07% y a oficinas el 1 ,87%. Este es el impuesto que más repercute en las arcas municipales ya que supone una recaudación de 60 millones de euros y también es uno de los más importantes en cuanto lo que pagan los ciudadanos en función de la zona en la que vivan puede variar desde 50 euros de un vecino de Masustegi a 1.200 uno de la Gran Vía. Por ello, cualquier modificación al respecto supone un cambio importante, máxime teniendo en cuanto que no se revisa desde hace tantos años.

Esta tarea es competencia de la Diputación Foral de Bizkaia, que prevé que los nuevos valores catastrales entren en vigor en enero de 2017, pero los Ayuntamientos tendrán que aprobar los tipos de IBI, por lo que ayer, a petición del PP, la delegada de Hacienda compareció en comisión para explicar los plazos previstos.

Ajuria explicó que se calcula que para el próximo 15 de abril la institución foral entregue los nuevos valores de Bilbao, que serán “depurados” por el Ayuntamiento y aprobados, junto al IBI, por las Juntas Generales de Bizkaia el próximo 18 de mayo. El 30 de junio se aprobaría por el pleno municipal y a partir del 1 de septiembre se notificaría de forma individualizado a cada vecino el nuevo valor catastral de su piso y la nueva cuota a pagar en concepto de IBI.

Las bonificaciones La delegada de Hacienda indicó que el proyecto foral prevé eliminar las bonificaciones actuales -por familia numerosa, entre otras- al considerar que la propiedad de un determinado piso indica la situación económica de sus dueños.

La titular de Economía y Hacienda defendió adecuada esta medida ya que, según dijo el modelo del PNV, que gobierna en ambas instituciones, corrige las desigualdades a través de las ayudas sociales y no a través de la política fiscal.

Defendió además que en principio, la “idea” es que la recaudación global por IBI del Ayuntamiento no aumente como consecuencia de la revisión catastral, pero señaló que después de 40 años “sin duda” habrá incrementos de los valores catastrales. Dicho valor se calculará en un 50 por ciento sobre el valor del mercado y también sobre el valor de la construcción y del suelo, con el punto de partida del valor mínimo atribuible.

La aplicación del nuevo valor y las consecuencias sobre las bonificaciones avivó el debate de los grupos municipales que lo consideran un perjuicio para los ciudadanos.

Luis Eguiluz, del PP, afirmó que la revisión de los valores inmuebles se puede convertir en el “catastrazo” por lo que pidió a Ajuria un compromiso para aumentar la presión fiscal de los bilbainos.

Lander Etxebarria, de EH Bildu, criticó la falta de “progresividad” del impuesto al tiempo que indicó que muchas personas viven en calles con valores catastrales muy superiores a su actual situación económica. Carmen Muñoz acusó al equipo de gobierno municipal de “insensibilidad hacia la realidad social”. Y Samir Lahdou, de Goazen Bilbao, aseguró que se trata de un modelo fiscal que fomenta que quien no pueda pagar el IBI por su actual situación económica, tendrá que vender su piso y comprar en una zona más barata. Ajuria rebatió que aún es una fase inicial para conocer cómo se aplicará.