Bilbao - Conoce el mundo del comercio como la palma de su mano, de algo tiene que valer pertenecer a una familia de comerciantes de toda la vida de Bilbao. Reconoce no tener la varita mágica para dar solución a los problemas por los que atraviesa el sector comercial en la capital vizcaina, pero considera que son muchos los aspectos por mejorar. Además se muestra convencido de que a las instituciones les toca asumir un papel aún más activo para proteger la identidad del comercio en una ciudad como Bilbao. Juan Carlos Ercoreca vuelve a ocupar el cargo como presidente de la entidad Bilbao Dendak, tras volver a ser reelegido por la asamblea. “Mi idea es no estar los dos años, pero estoy contento con el equipo que trabaja en la asociación y con el ambiente que se ha creado. Todas las asociaciones han logrado sentarse en la misma mesa y remar hacía la misma dirección. Para mí es fundamental haberlo conseguido”, remarca Ercoreca.
Seis años en Bilbao Dendak. Llegó en plena crisis económica. ¿En 2016 se ve la mejoría?
-Hay gente que lo sigue pasando mal, a la que le cuesta cuadrar las cuentas porque han sido años duros, de inversión y de pocos beneficios, pero sí se nota la mejoría porque también conozco muchos comercios a los que les va bien. Cuando llegué a la asociación, en 2012, fue un año complicado. La crisis ya había golpeado al sector, aunque en Euskadi, entró más tarde. Mi intención era estar dos años, pero decidí continuar porque es un sector interesante, en el que hay muchas cosas por hacer. Mi idea es estar solo un año más y en este tiempo seguir dando forma al Foro del Comercio Local.
Un foro que busca convertirse en una nueva herramienta de reflexión para el sector, ¿no?
-Así es. Hasta la fecha no existía una herramienta similar y era necesario buscar un espacio en el que el sector pudiese sentarse y dar su opinión, plasmar sus quejas y exponer sus necesidades. Se enmarca dentro del Plan Estratégico para el comercio de Bilbao 2015-2019, que está dividido en cinco ejes principales: el equilibrio comercial, la accesibilidad y movilidad, la competitividad, la promoción y, por último, la coordinación y colaboración. La experiencia hasta la fecha ha sido muy positiva y mi objetivo es dar forma a lo largo de este año al foro.
La crisis y el cambio que ha dado la ciudad han obligado al sector a reinventarse.
-Ha sido imprescindible, desde Bilbao Dendak organizamos seminarios, cursos destinados para mejorar la labor de los comerciantes...
Llega Semana Santa y en estas fechas se plantea la eterna pregunta. ¿El comercio abrirá?
-Este es un tema que me crispa. Quien quiera abrirá. Lo puede hacer. ¿Crees que los comerciantes son idiotas?
No lo creo.
-Vamos a ver. Comerciantes idiotas, como periodistas, electricistas u hosteleros idiotas haberlos los hay, pero no puede ser que todos lo sean. Me gustaría tener el poder para proponer que todos los comerciantes abriesen en esta Semana Santa solo para demostrar que Bilbao es un desierto en estas fechas.
Pero Bilbao acoge en Semana Santa a miles de visitantes.
-Sí, pero ¿cuántos llegan a la ciudad? La mayoría son excursionistas de un día que vienen de comarcas limítrofes o de comunidades cercanas. No voy a aceptar que toda la responsabilidad caiga sobre las espaldas de los comerciantes. En Ledesma, por ejemplo, zona de hostelería, hay muchos locales que no van a abrir en Semana Santa. ¿Por qué? Porque no les compensa.
¿No cree que si existe una apuesta por convertir a Bilbao en una ciudad turística a nivel de otras ciudades, comerciantes, hosteleros... deberían cambiar el chip?
-¿Pero qué tipo de ciudad turística es Bilbao? Yo no quiero ser una ciudad turística como puede ser Barcelona, Londres o Nueva York. Bilbao es lo que es, y, por mucho que se empeñen en decir que somos una ciudad turística estamos a años luz de otras. Hay muchas cosas por mejorar. Si el comerciante oliese que hay una oportunidad en Semana Santa ya se apañaría para adaptarse y abrir; el sector lleva años adaptándose a los nuevos tiempos. Porque, no olvidemos que estamos hablando de negocios. A mí me preocupan otras cuestiones.
¿Por ejemplo?
-Si somos una ciudad turística se debería mejorar la señalética.
¿No es buena?
-Es escasa y muy mejorable. Pero lo que más me preocupa es la desertización de algunas zonas comerciales de Bilbao, y no hablo de barrios periféricos, sino de espacios situados en el Casco Viejo o en la zona de Indautxu. La desertización de espacios aumenta la inseguridad en esas zonas.
¿Y qué se podría hacer?
-Crear corredores comerciales, para eso habría que marcar nuevas zonas de oportunidad, que las hay; aprovechar calles peatonales para motivar nuevas zona de comercio...
Hay locales que llevan muchos años vacíos.
-Sí, y ante eso también habría que tomar alguna medida. Hay lonjas grandes que da pena verlas así y es una mala imagen para la ciudad.
¿La llegada de nuevas firmas como la multinacional Primark a un lugar tan emblemático como la Plaza Circular beneficia al comercio local?
-Por supuesto. No sé por qué existe ese mito de que los comerciantes locales no quieren grandes firmas en la ciudad. Hay que trabajar por conservar lo que ya existe y darle el valor que se merece. Recuerdo cuando llegó El Corte Inglés, fue la revolución. A raíz de la implantación de los grandes almacenes se impulsó el asociacionismo en Bilbao. Hay que ser listos y aprovechar las oportunidades. Es clave.