Bilbao - El tranvía de Bilbao vivió ayer la primera jornada de una huelga que, hasta el próximo 29 de agosto, parará el servicio durante cuatro horas, dos por la mañana y dos por la tarde. Aunque los paros se desarrollaron sin incidencias, los usuarios fueron los más afectados por la protesta de los trabajadores, ya que la mayoría ni siquiera tenía conocimiento de ellos. Al comprobar que restaban hasta 120 minutos para que pasara el siguiente tranvía, muchos no tuvieron más remedio que buscar un transporte alternativo.
Inma Roca y su hijo apenas podían creer, cuando llegaron a la parada del Teatro Arriaga, que iban a tener que esperar una hora hasta que pasara el siguiente tranvía. Llegados desde Eibar, querían desplazarse hasta el centro comercial Zubiarte. “Me da mucha rabia, porque tengo que ir andando y son 20 minutos. El tranvía, aparte de ser cómodo, es más rápido”, se lamentaba la mujer. Otra usuaria observaba con desconcierto, en la parada frente al mercado de La Ribera, un marcador que indicaba 120 minutos para el siguiente servicio. “A mí me afecta porque he venido al gimnasio y a estas horas suelo volver en el tranvía”, declaraba la joven.
Las reivindicaciones que han llevado al comité a convocar estas jornadas de paro son dos. Por un lado, piden que se retiren los turnos mixtos, “en los que a la labor de conducción del tranvía se le sumaría en el mismo turno la de antifraude”, según explicó Sabino Zugazaga, delegado sindical, durante la protesta de ayer en la estación de Atxuri. “Esta decisión por parte de la dirección incrementa los riesgos psicosociales debido al estrés que supone esta doble función”, criticó.
Por su parte, la dirección de Euskotren, quien asegura mantenerse “abierta a negociaciones”, señaló que la función de intervención o antifraude “está dentro de las funciones negociadas con la parte social en el convenio de Euskotren para los agentes de tranvía y agentes de tren”. No obstante desde el sindicato, Sabino Zugazaga, insistió en que la intención, por parte de la empresa pública de transporte, es la de “crear la figura de agente de operaciones”. Esta figura, que según explicó existe únicamente en el ferrocarril, tiene varias funciones y fue creada tras la segregación de Euskotren. Por esta razón, durante la protesta, los trabajadores reiteraron la obligación de “negociarla en convenio” ya que se trataría de “una figura nueva”.
Por otra parte, los sindicatos quieren también que se respete el turno de reserva, un turno específico que permite al trabajador estar disponible para acudir a su puesto de trabajo en caso de necesidad. Este sistema, según defendió Zugazaga, ofrece una fiabilidad al servicio, “por si alguien coge una baja o hay algún incidente”.