Bilbao - “Bilbaino-bilbaino, de la calle Tendería”. Así se define este comprometido emprendedor y hombre de fe. El nombramiento como ilustre de Txomin Bereciartua (Bilbao, 1929), impulsor del Movimiento Scout en Euskadi, promotor de la Colegiata de Cenarruza y del Instituto Labayru, además de patrono de la Fundación Novia Salcedo, era cuestión de tiempo. “Detrás de todo creo que estuvo Azkuna. En su momento me enteré de que quería hacer un agradecimiento a la fundación”, revela el actual Presidente de Honor de Novia Salcedo.
“Todo empezó por una carambola. En un momento dado me dijeron que unos niños no querían acudir a catequesis porque se aburrían, entonces se me ocurrió empezar con los scouts”, explica rememorando sus comienzos. “Novia Salcedo nació en 1980, cuando se vino abajo toda la industria. En torno a un 30 o 40% de los que salían de la universidad no iban a colocarse nunca. Nos pusimos a trabajar para hacer de puente”. A pesar de que la situación se está volviendo a repetir, actualmente, considera que la fundación está “renaciendo”: “Nos toca ser rompedores, no parar nunca”, sentencia.
Su discurso siempre es positivo: “No sé qué tiene Bilbao, pero si analizas su historia ves que siempre ha salido adelante de las dificultades. Bilbao ha sido, es y será punta de lanza de la industria, de la innovación, y también de la ética”.