Bilbao - El prolongado desarrollo del trazado ferroviario subterráneo por los barrios del norte de Bilbao ha supuesto que, a excepción de la estaciones de Txurdinaga y Casco Viejo, las restantes cinco paradas y los túneles que les conectan estén ya finalizados en cuanto a obra civil se refiere. La construcción de la nueva línea de tren subterránea que unirá Etxebarri con Matiko es una obra que financian a medias el Gobierno vasco y la Diputación Foral y cuyo horizonte de puesta en marcha se mantiene para diciembre de 2016.
Por lo que se refiere a la nueva caverna bajo tierra de Txurdinaga, su construcción avanza a muy buen ritmo. Como se recordará, en marzo de 2011 el descubrimiento de una falla en el terreno por donde iba a transcurrir la galería subterránea obligó a paralizar los trabajos y buscar alternativas para su continuación. Tras varios estudios técnicos, al final se decidió cambiar el trazado del túnel y la ubicación de la estación con lo que supuso de demora en el tiempo y un incremento en el coste económico en 17 millones extras. Son este itinerario alternativo y la nueva parada de Txurdinaga los que están muy avanzados en su desarrollo, ya que de esta estación está concluida toda la caverna y también están levantadas las estructuras de los andenes laterales.
Otro caso es la estación de Casco Viejo. ETS aún no ha adjudicado las obras de su construcción después de que en agosto pasado se iniciara el proceso de selección entre las 14 firmas o uniones temporales de empresas que se presentaron al concurso abierto. Las obras de esta primera fase de la nueva estación del Casco Viejo han salido a concurso por un monto de 12,2 millones de euros sin IVA y con un plazo de 21 meses. El pasado mes de agosto, los planes eran cerrar la adjudicación en septiembre con el objetivo de que las primeras excavadoras entraran al tajo un mes después. Esos plazos ya no son posibles y pueden condicionar la puesta en servicio de la línea 3 en diciembre de 2016 como está contemplado. Hay que tener en cuenta que la parada ubicada detrás de la iglesia de San Nicolás es el punto crítico de todo el trayecto. Hasta que Casco Viejo no tenga concluida su obra civil y este habilitada para su uso no se podrá estrenar la línea 3, ya que perderá su carácter actual de estación terminal para convertirse en parada de paso entre Etxebarri y Matiko. La posible reducción en el tiempo de la obra que se está dando en las últimas adjudicaciones podría hacer posible que el calendario inicial se pueda cumplir.