Villa efervescente
Música, gastronomía, danzas, concursos, exhibición de motos, talleres infantiles y buen ambiente trufaron ayer la capital vizcaina en un fin de semana que coincide con la celebración del 714 aniversario de Bilbao
Fiesta. La jornada de ayer en Bilbao no se podría resumir mejor con otra palabra. La villa bilbaina acogió múltiples actividades para todos los gustos durante la jornada diurna y sin contar las citas de Gau zuria. Concurso de arroces del mundo en San Francisco, campeonato de Queso Idiazabal de Pastor y exhibiciones en el Casco Viejo, actividades familiares e infantiles alrededor de la lana de la oveja latxa, feria agroalimentaria, la primera concentración de motos Harley y customizadas, Bilboroad, en El Arenal, el mercado de trueque de Otxarkoaga, danzas vascas... Para qué más.
El día tenía todos los ingredientes para ser una excelente jornada, y así lo fue. Sol, música, bailes, comida y buen ambiente estuvieron presentes en todo momento en la undécima edición de arroces del mundo en San Francisco. Cientos de personas formaban fila a las diez de la mañana en la Plaza Corazón de María para confirmar su asistencia y coger las mesas y sillas que con anterioridad habían reservado. Este año han sido 4.000 las personas que han participado repartidas en 140 grupos que mostraron su creatividad y su destreza en los fogones. Esta celebración busca recuperar las calles, devolver los barrios a sus habitantes. La Coordinadora de grupos por la Rehabilitación quiere llamar la atención sobre la interculturalidad y la diversidad que se da en estos barrios y a la vez reivindicar la riqueza que supone la interrelación entre diversas personas y culturas. El escenario donde se desarrolló esta edición de arroces mundiales estaba cubierto de pancartas. 'Vivienda digna para todos' y 'Convivir en la diversidad' eran algunos de los lemas que se podían leer en los carteles.
Personas de más de 60 nacionalidades diferentes disfrutaron de esta jornada festiva. Isaac Leroux, natural de Camerún, es uno de los 35 integrantes del grupo Acabiz. Leroux explica que es el cuarto año que participa, y su único objetivo es "reivindicar sin violencia sus derechos". En la plaza también se encontraba la Asociación etorkinekin bat formada por 30 personas. Ainhoa Pérez, componente, señala que "esta iniciativa es necesaria y da la oportunidad de pedir la igualdad para todos". Este festejo no entiende de edades, razas, sexo o religiones. Lo único que importaba era las ganas de luchar por la justicia. La cata de arroces comenzó a las 14.00 horas. El jurado compuesto por seis personas de distintas nacionalidades eligieron al grupo Kikilibu ganador de esta edición, repitiendo el galardón del año pasado con un plato innovador y muy creativo. Después de la entrega de premios, la fiesta no decayó y la música estuvo presente por mucho tiempo más.
Olor a Idiazabal En la Plaza Nueva la fiesta empezó antes, a las 11.00 de la mañana, con el undécimo Campeonato de Queso Idiazabal de Pastor Villa de Bilbao al que se presentaron una treintena de productores de toda Euskal Herria. El ganador de la feria fue Joseba Insausti, Otatza, de Ordizia y el alcalde de Bilbao, Ibon Areso, estuvo presente para entregar los premios a los galardonados poco antes de recibir el homenajes de un dantzari en forma de aurresku.
La Plaza Nueva también albergó la feria agroalimentaria en la que se pudo adquirir queso, hortalizas, pan, txakoli y embutidos. Hubo un espacio pensado para que los más pequeños jugasen con elementos relacionados con las ovejas. Maider Unda lleva 28 años vendiendo queso y cree que este año no ha sido tan bueno como otros. "Esta edición la cosa ha estado flojilla, no ha habido tantas ventas como esperábamos", aclara. Y es que las citas fueron múltiples.
El barrio de Otxarkoaga tuvo su momento de actividad callejera durante toda la mañana. Por primera vez en su historia se celebró un mercado de trueque al que bautizaron como 'Mercatrueke'.
Una feria con múltiples puestos donde se pudieron cambiar objetos diversos y algunos casos venderlos ya que estaba permitido. Esta iniciativa, en la que ha colaborado el Ayuntamiento de Bilbao, las asociaciones Tendel y de comerciantes de Otxarkoaga, y el banco de tiempo, tuvieron por objeto fomentar las relaciones personales entre los vecinos. Del intercambio a la exposición.
Las motos siguen hoy Los moteros están de suerte, ya que durante el día de ayer -y hoy- El Arenal está acogiendo a cientos de motos de todos los rincones de la península. Diez stands con artículos relacionados con el mundo del motor están disponibles para todos aquellos que se acercan a la zona. Camisetas, chapas, cazadoras y pañuelos son los artículos mas repetidos en las stands. La exposición de coches super-americanos y Harleys clásicas y transformadas tuvo una gran aceptación entre los asistentes. Haizea Barrios, motera bilbaina, afirmó que la ciudad estaba increíble. "Da gusto pasear por Bilbao y ver este ambiente, ya podría ser así todos los días", comentó.
Y para finalizar la tarde con buen pie, el grupo de danzas Arraizpe Dantza Taldea se apoderó de la Plaza Nueva con su espectáculo de música, canto y danza Euskal Herria Bizi. Esta actuación ofreció danzas acompañadas de la orquesta Behotsik y dos coros formados por más de 50 voces. Una actuación que se repetir en el Festival Internacional de Folklore de la ciudad de Praga en julio.
Una jornada llena de eventos que dejó un muy buen sabor de boca en todos aquellos que disfrutaron de todas las actividades ofrecidas.