Tras el primer parón competitivo del ejercicio como consecuencia de las ventanas FIBA, en las que han comparecido tres hombres de negro representando a sus respectivas selecciones -Tryggvi Hlinason (Islandia), Harald Frey (Noruega) y Martin Krampelj (Eslovenia)-, el Surne Bilbao retomará el carrusel de encuentros el próximo domingo (18.00 horas) recibiendo en casa al Dreamland Gran Canaria, un enfrentamiento que en los últimos cuatro ejercicios ha resultado grato para los anfitriones pues el resultado final les ha sido favorable, protagonizando además encuentros notables en la mayoría de los casos -el 96-78 del pasado curso puso la guinda a la semana fantástica en la que los de Jaume Ponsarnau protagonizaron la histórica remontada ante el Dijon para alcanzar la final de la FIBA Europe Cup-.

El choque contra los de Jaka Lakovic, que no han lucido demasiado en este arranque de ejercicio hasta el punto de lucir el mismo balance que el conjunto vizcaino (3-5) con dos de sus éxitos aconteciendo a domicilio en las canchas de Río Breogán y Bàsquet Girona, será el punto de partida de un peculiar e importante tramo de calendario que llevará al Bilbao Arena a reclamar protagonismo, pues será el escenario de ocho de los próximos once encuentros del conjunto vizcaino, seis de Liga Endesa y dos de la segunda fase de grupos de la FIBA Europe Cup.

Trascendencia

En el caso de la competición doméstica, este factor cuenta con una notable trascendencia atendiendo a las dificultades por las que atraviesa lejos de su feudo el Surne Bilbao, sin victorias a domicilio desde hace prácticamente un año (la última aconteció el lejano 28 de diciembre de 2024 en A Coruña). Esta negativa tendencia provoca que los choques en los que ejerce como anfitrión tengan una enorme importancia. En los últimos tiempos, los de Ponsarnau han respondido con creces en lo que a su hoja de servicios en el Bilbao Arena se refiere y ahora afrontarán otra prueba de fuego pues la identidad de las escuadras visitantes hasta mediados de enero será de armas tomar: ninguna de los seis presenta récord negativo a estas alturas de ejercicio y cuatro se encuentran entre las siete primeras en la tabla clasificatoria de la Liga Endesa.

Rivales

Y es que tras el choque ante el Dreamland Gran Canaria, el Surne Bilbao volverá a recibir siete días después al Hiopos Lleida, un rival que en estas primeras ocho jornadas ha ofrecido un rendimiento destacable. Tras desplazarse hasta Lugo para medirse al Río Breogán, la clausura del presente 2025 y la apertura del próximo año será de altísimo voltaje, pues en primera instancia (28 de diciembre) pasará por el Bilbao Arena un Barça que parece revitalizado tras la salida de Joan Peñarroya y el aterrizaje en su banquillo de Xavi Pascual y, a continuación (2 de enero), lo hará el Valencia Basket, actual líder con una sola derrota en su casillero.

Y después de jugar en Fontajau frente al Bàsquet Girona, tocará recibir en Miribilla a otros dos huesos durísimos de roer con entrenadores de sobra conocidos por estos lares al frente de las operaciones: el UCAM Murcia de Sito Alonso (10 de enero) y La Laguna Tenerife de Txus Vidorreta una semana después.

Europa

En lo que a la competición continental se refiere, dos de los tres primeros compromisos de los hombres de negro dentro del Grupo M acontecerán también al calor de su afición. El estreno tendrá lugar ante el Sporting Portugal, segundo clasificado en su competición doméstica, el miércoles de la próxima semana (18.30 horas) y tras el desplazamiento a tierras eslovacas (17 de diciembre) para rendir visita al Prievidza, cuarto en la liga de su país y con el que ya se cruzó la pasada temporada, aterrizará en Miribilla, ya el 13 de enero, el PAOK Salónica, el contrincante más potente del grupo sobre el papel -solo Olympiacos y Panathinaikos le superan en Grecia- y conjunto al que derrotaron en la final del último ejercicio para hacerse con su histórica corona europea.