Un desacertado Surne Bilbao Basket cae en su visita al Unicaja en el estreno de la Liga Endesa (86-68)
Los de Jaume Ponsarnau, competitivos casi hasta el final del tercer cuarto, pagaron sus malos porcentajes y las segundas oportunidades permitidas al rival
El Surne Bilbao Basket no salió bien parado de su estreno competitivo en la Liga Endesa 2025-26. Iniciar un curso visitando el Martín Carpena para medirse al potentísimo Unicaja es como afrontar un examen el primer día de clase: es muy complicado salir airoso. Al conjunto de Jaume Ponsarnau le valió de muy poco protagonizar dos buenos cuartos, el primero y el tercero, porque en el segundo, resuelto con un parcial de 31-16, se vio totalmente superado por la riqueza de recursos del conjunto de Ibon Navarro y en el último, después de unos notables minutos de resistencia en los que se llegó a colocar a solo dos puntos, fue sepultado por el poderío físico de un rival que arrasó a base de hiperactividad y rebote ofensivo.
Además, en ese último periodo los hombres de negroapenas pudieron contar con Darrun Hilliard por culpa de unos calambres. El alero se fue al banquillo tras una acción en la que taponó a Chris Duarte y aunque minutos después regresó a cancha tuvo que abandonarla definitivamente con gran precaución a la hora de apoyar el pie. Que no sea nada más...
En un estreno en el que su rendimiento tuvo muchos dientes de sierra pero en el que fue capaz de competir hasta prácticamente el final del tercer cuarto, a los de Jaume Ponsarnau se les hizo demasiado largo el partido. Tras un notable primer cuarto en el que el mando del luminoso fue suyo, el conjunto vizcaino sufrió muchísimo en el tramo anterior al ecuador de la cita, con Unicaja muy fino desde la línea de 6,75 y con muchos problemas para lograr efectividad de cara al aro. Sin embargo, en el tercero, a lomos de un excelente Luke Petrasek, los hombres de negro se rearmaron y tras llegar a perder por doce puntos se acercaron hasta un ilusionante 50-48, pero la escuadra malagueña metió una marcha más para exprimir su imponente motor y vació el espíritu rebelde de su rival. Los diez minutos finales no tuvieron color, con los anfitriones muy cómodos gracias a su dominio del rebote ofensivo (Emir Sulejmanovic fue especialmente dañino) y los de Ponsarnau superados: 3 de 15 en lanzamientos de campo y 4 de 10 en tiros libres.
Caer en la cancha del Unicaja entra dentro de presupuesto, pero queda claro que queda mucho trabajo de puesta a punto en la sala de máquinas de Artxanda. Con un 6 de 23 desde la larga distancia (26%) y fallando diez tiros libres es complicado ser sostenible en ataque, mientras que en defensa hubo desconexiones que permitieron demasiados puntos fáciles del rival con sencillos cortes a canasta. En lo individual, salvo Petrasek, Hilliard y Tryggvi Hlinason hubo escasas noticias positivas. No fue el día de Justin Jaworski (3 de 9 y eliminado por faltas a más de seis minutos de final) ni de Amar Sylla, que sufrió mucho en defensa, e incluso Melwin Pantzar estuvo muy fallón en situaciones de finalización cerca del aro.
Buen arranque
El conjunto vizcaino arrancó la contienda encadenando dos pérdidas castigadas por el rival, pero muy pronto encontró la entereza necesaria para batirse el cobre ante un rival con una retaguardia muy pegajosa y con gusto por el galope a la mínima oportunidad. Fue tan contundente el paso al frente de los de Ponsarnau que firmaron un 2-12 para hacerse con el control del luminoso (6-12), sumando puntos por vías variadas. El Unicaja no perdió pie, pero los visitantes consiguieron cerrar los diez primeros minutos en ventaja (15-18) con siete jugadores colaborando en el suministro de puntos.
Con los cinco jugadores pudiendo activar su muñeca desde la línea de 6,75 y David Kravish sacando de su zona de influencia al pívot islandés, Unicaja encontró acierto en el tiro exterior y espacio en las zonas cortas e intermedias para reactivar su parcela ofensiva (26-22). El Surne Bilbao Basket intentó resistir hasta el 26-27, pero su anotación se quedó frenada en seco y los de Navarro olieron la sangre para firmar el primer demarraje con un 13-0 para colocar un peligrosísimo 39-27 en el marcador. Los de Ponsarnau trataron de no perder la verticalidad aprovechando sus viajes a la línea de tiros libres (39-32), pero los anfitriones aprovecharon un par de despistes defensivos para mantener su filo ofensivo y alcanzar el ecuador de la contienda con un 46-34 que dejaba el asunto muy cuesta arriba. El 6 de 8 en triples del Unicaja en ese dañino segundo cuarto tuvo un brutal efecto, ya que aunque el conjunto vizcaino lució en ese periodo un 10 de 12 en tiros libres su desempeño en los lanzamientos en juego fue muy negativo: 0 de 6 de dos y 2 de 8 de tres.
Rebeldía
En la reanudación, el Surne Bilbao Basket recuperó la entereza perdida y entre los momentos en los que pudo activar el modo carrera y un triplazo de Hilliard obligó a Navarro a detener el partido con el 48-43. El acercamiento de los hombres de negro llegó hasta el 50-48 tras cinco puntos seguidos de Petrasek. El muy buen hacer del polaco en ambos aros permitió a los suyos mantenerse pegados a su rival durante un puñado de minutos, pero nuevos problemas en ataque, con pérdidas y algún tiro forzado, permitieron a los locales recuperar el terreno perdido. El esfuerzo de la escuadra vizcaina tuvo un premio escaso ante un Unicaja que recuperó la fluidez en el reparto de balón, con Duarte facilitando situaciones comodísimas de anotación para sus compañeros, para llegar a los diez minutos finales con un claro 66-57 sin vuelta atrás.
Con Kalinoski y Balcerowski anotando por fuera y por dentro y Sulejmanovic adueñándose del rebote ofensivo, los locales encontraron una autopista de cuatro carriles para viajar de forma placentera hacia la victoria, mientras el Surne Bilbao Basket, desacertado y sin energía, mascaba una derrota lógica ante un contrincante de un nivel casi imposible de domar lejos de Miribilla.