Inmerso ya en el tramo de cinco jornadas finales de la Liga Endesa en el que su gran objetivo debe ser poner candado matemático lo antes posible a su permanencia en la Liga Endesa y sumar nuevas victorias que le permitan ascender posiciones en la tabla para aumentar sus opciones de regresar a Europa la próxima temporada, el Surne Bilbao Basket afronta esta tarde en Badalona (18.00 horas) un encuentro que pondrá a prueba su nivel de autoexigencia una vez que la ola que le llevó al título de la FIBA Europe Cup ha llegado ya a la orilla. El conjunto vizcaino, sin victorias a domicilio en 2025 en la competición doméstica, rinde visita a un Joventut que se encuentra en plena lucha por disputar las eliminatorias por el título –séptimo con balance 16-13 y un solo triunfo de ventaja sobre el noveno, el Baskonia– y que quiere borrar las últimas tres derrotas sufridas en el Olimpic ante contrincantes de primer nivel: Valencia Basket, Barça y Baxi Manresa.

En sus últimas comparecencias públicas, Jaume Ponsarnau ha hecho hincapié en el deseo propio y de sus jugadores de mostrar una versión competitiva en estas jornadas finales. La necesitan porque todavía queda trabajo por hacer y objetivos por los que luchar, por lo que aparcar cualquier tentación de dejarse llevar debe ser imperativo. A los hombres de negro, como al resto de conjuntos de su rango clasificatorio, les está costando arañar éxitos fuera de casa. Las dos que ha conquistado en Liga Endesa en el presente ejercicio datan de noviembre y diciembre –contra Coviran Granada y Leyma Coruña, los dos equipos que ocupan plazas de descenso, respectivamente– y desde entonces han cosechado ocho derrotas seguidas lejos de Miribilla. Pese a los casi tres meses que llevan sin ganar fuera de casa, no parecen los de Daniel Miret el equipo más sencillo para fulminar esa mala racha, pero los de Ponsarnau necesitan ofrecer una versión sólida y competitiva para tener opciones de éxito ante un rival que en el duelo de la primera vuelta venció en Bilbao de manera autoritaria (79-95) y que en este último tramo de curso sí que ha sabido hacerse valer lejos de su cancha ante rivales de la zona media-baja, saliendo ganador en Lleida, Andorra y Lugo.

Con el eterno Ante Tomic, MVP de abril en la Liga Endesa, como principal elemento desestabilizador tanto por producción propia como por capacidad para generar juego y notables lugartenientes como Sam Dekker, Kassius Robertson, Devon Dotson o Artem Pustovyi –es probable que recupere a Guillem Vives y que su única baja sea Miguel Allen–, el Joventut presenta numerosos focos de peligro tanto dentro de la zona como desde la larga distancia. El Surne Bilbao Basket, sin Malcolm Cazalon y con Tryggvi Hlinason ya sin restricción de minutos, tendrá que poner sobre la cancha lo mejor de su repertorio baloncestístico si quiere ser capaz de salir victorioso del Olimpic.