El 11 de septiembre de 2020 Isabel Iturbe alcanzó la presidencia del Bilbao Basket: se convirtió en la primera mujer en presidir un club profesional de Bizkaia en la máxima categoría y en la tercera dirigente de una entidad perteneciente a la élite del baloncesto estatal. El 23 de abril de 2025 ha festejado la consecución del primer título en la historia del club, europeo además, la FIBA Europe Cup, un logro que llega coincidiendo con el 25 aniversario de la institución, “un regalazo” que, como asegura, “marcará un antes y un después”: “Este título nos va a ayudar a cerrar un círculo, a tener otro tipo de guion, uno mucho más optimista, y en ese punto estamos, en cambiar el ciclo”

Lo primero, enhorabuena. ¿Cómo han sido las primeras horas tras conquistar la FIBA Europe Cup?

Salimos rápido de Salónica porque nos apetecía un montón celebrarlo con los nuestros. Llegamos a las 4.30 horas a Gasteiz y a las 5.30 a Bilbao, nos ha dado tiempo a descansar un poquito, y el teléfono está que arde. No sé lo que encontraremos en la recepción. Nos recibe el Ayuntamiento el viernes –por hoy– a las 18.00 y luego a las 19.00 vamos a Diputación. Espero que disfrutemos todos como lo estamos disfrutando nosotros internamente. Aunque creo que todavía no somos muy conscientes.

Dice que está siendo una lluvia de felicitaciones. ¿Alguna que haya sorprendido?

Me está sorprendiendo no quiénes, sino cuántas. Desde Antonio Martín, de la ACB, hasta gente de alto nivel institucional, grandes amigos que igual hacía tiempo que no estabas con ellos… Todo lo que hemos estado trabajando hasta ahora, todo el ámbito socioeconómico de Bizkaia. Están orgullosos de esta historia tan épica y así me los transmiten.

¿Había soñado con algo así? ¿Imaginaba lograr el primer título de la historia del club siendo presidenta?

No tengo ese tipo de sueños. Tenía el sueño de que Bizkaia vuelva a recuperar esa gran afición por el baloncesto. Creo que esto va a arrastrar mucho más y va a marcar un antes y un después. Esa imaginación de un título igual no, pero sí que me imaginaba una época en la que no tengamos que arrastrar tanto, sino que el baloncesto aflore por su propia naturaleza. La verdad es que soñarlo es maravilloso para que luego esos sueños se cumplan, pero lo que hay que hacer, sobre todo, es proyectar, proyectar en positivo, hacia arriba, y cuanto más hacia arriba proyectes vas a tener unos objetivos más reales.

"Esto parece el gran colofón, pero nos queda todavía mucho por delante"

Este éxito llega encima coincidiendo con el 25 aniversario del club.

Regalazo. Es un regalazo que nos hemos hecho por cumplir 25 años. Creo que la afición y la gente que nos ha seguido en estos 25 años, en este proceso o peregrinación en la que hemos tenido de todo, pues esto parece el gran colofón, pero nos queda todavía mucho por delante. Hace poco me hicieron una entrevista en la que el titular era que nos gustaría pelear por títulos. Con eso sí hemos soñado, con pelear por títulos. En esa fase estábamos y lo hemos conseguido.

Este título es muy importante como club, pero incluso trasciende a Bilbao y Bizkaia.

Totalmente de acuerdo. Con todo lo que estamos peleando con lo que es Bilbao y el territorio de Bizkaia de unir, de trabajar con el resto de clubes… Hemos recibido felicitaciones de los clubes diciendo que es una gozada poner el baloncesto en el nivel que corresponde. Sabemos que el deporte y en este caso el baloncesto es una herramienta muy potente para poder cohesionar y hacer un montón de proyectos no solo a nivel de valores y educación, proyectos de ahora que se nos llena la boca con la inclusión, la diversidad… El baloncesto es inclusivo y diverso desde sus orígenes.

La FIBA Europe Cup no ha sido un camino de rosas, aunque lo podría parecer al principio, en la ronda previa y la fase de grupos. Un triple salva al equipo de la prórroga en cuartos ante el Tofas, en semifinales se da la remontada de 19 puntos ante el Dijon y el PAOK llega a ponerse por delante en la final a falta de poco más de tres minutos de la conclusión…

No es un camino de rosas. Lo parece al inicio, cuando comienzas la competición. Son equipos más accesibles. Hay que tener en cuenta que es una competición que trabaja con ligas de distintos países. La calidad de cada país es distinta y se nota cuando en las últimas fases te empiezas a enfrentar con ligas potentes como son la francesa, por su calidad, o la griega, por su rudeza diría yo, porque la experiencia de Salónica ha sido bestial a nivel de cómo son esos pabellones y el tipo de gente que va a esos partidos.

"Sabemos que tenemos mucho corazón. Es un equipo muy cohesionado y muy creyente en quiénes somos, y creo que esa es la gran fortaleza"

¿A qué altura de la competición piensa que hay verdaderas opciones de lograr el trofeo?

Nosotros somos, como se suele decir, de partido a partido. El baloncesto es como una goma que se estira y te puede dar en la cara. En este caso, mira lo que nos pasó en Dijon, con esa diferencia de 19 puntos difícil de remontar y somos capaces de remontar. Sabemos que tenemos mucho corazón. Es un equipo muy cohesionado y muy creyente en quiénes somos, y creo que esa es la gran fortaleza. A lo largo de la competición vas viendo que se va dificultando y el nivel empieza a ser más exigente, y luego coincide con nuestra liga ordinaria, que es la más importante, porque si en la liga ordinaria no nos mantenemos realmente Europa no tendría ningún sentido. Entonces, ¿cuándo somos conscientes? En ningún momento, porque puedes ir a Grecia con un rédito de 7 puntos, hacer un primer cuarto estupendo y estar en el último cuarto perdiendo de otros 7. Hay que tener la constancia y la fortaleza, que es muy complicado en equipos que bueno, pues que somos la plantilla que somos, pero hemos demostrado corazón y cabeza en esta competición.

O sea, corazón y cabeza serían los aspectos destacados de este equipo. Jaume Ponsarnau utiliza la palabra resiliencia.

Sí, capacidad de creer en un mismo, de reponerte en momentos difíciles. La final fue un ejemplo de cómo son los partidos del Bilbao Basket. Fue un partido con el ADN del Bilbao Basket, que puede parecer que se nos van y somos capaces de remontar. La maravilla que tiene este deporte es esa, que en un minuto te cambia la tendencia y para eso hay que ser creyente.

¿Pondría algún pero a lo que ha sido la competición?

Para mí el pero fue el ambiente que vivimos en Salónica. No había vivido un ambiente tan tenso en ningún partido. De ponerte los pelos de punta pero no de emoción. No te voy a decir que pasamos miedo, pero fue algo extraño. Tengo la sensación de que yo así no quiero el baloncesto. No quiero el deporte con esa violencia, con esa sensación. A mí me encantan esos pabellones ensordecedores, pero allí había un conato extraño. Había más de 200 policías. No estabas en un ambiente seguro, no es el ambiente que se vive en el Bilbao Arena.

¿Considera que este éxito puede tener un impacto a nivel de captación de afición?

Estoy totalmente convencida. El baloncesto vuelve o tiene que seguir estando de moda. Es un deporte sano con una afición sana, con gente maravillosa con ganas de disfrutar, de disfrutar en familia, de disfrutar del ocio. Y luego es un deporte muy técnico, apasionante, que está tan vivo que creo que la gente se ha dado cuenta. Es cierto que te das cuenta de que lo que la gente quiere son títulos, eso es claro y evidente, porque lo hemos visto ahora. Y en eso seguiremos peleando. Nos encanta pelear por títulos. Pero realmente la gente quiere estar al lado de un equipo ganador, con una afición buena, con ese sentimiento de pertenencia, de orgullo, de arraigo, y en ese camino somos y estamos.

"Este título nos va a ayudar a cerrar un círculo, a tener otro tipo de guion, uno mucho más optimista"

Cogió las riendas del club en septiembre de 2020, un año después del ascenso a la ACB, en plena pandemia, justo también después de salir del concurso de acreedores, un contexto complicado. Su voluntad era estabilizar y fortalecer la economía tratando de no sacrificar el apartado deportivo. Casi cinco años después llega este título. ¿En qué punto de reconversión se encuentra el club ahora mismo?

El reflejo deportivo se refleja también en los movimientos y en cómo estamos funcionando a nivel de consejo. Hemos tenido desavenencias a lo largo de estos años, pero hemos sido capaces de reforzarnos y de seguir avanzando, porque tenemos nuestra hoja de ruta siempre mirando hacia arriba, con optimismo. Creo que este título nos va a ayudar a cerrar un círculo, a tener otro tipo de guion, uno mucho más optimista, y en ese punto estamos, en cambiar el ciclo.

¿Este título también puede traer un fortalecimiento económico?

Sí, porque cuando las cosas van bien se suma más gente a este proyecto. Este proyecto tiene los cimientos muy bien asentados y se está demostrando. La parte deportiva nos está acompañando, que es el verdadero motor de este proyecto. Creo que es un llamamiento a todo nuestro tejido socioeconómico, que todavía estamos esperando a que nos sigan acompañando.

¿El título también puede tener incidencia o modificar la planificación de cara a la próxima temporada a nivel de objetivos o de plantilla?

El título en sí te da un reconocimiento y un plus económico por haber llegado a la final, pero no es para volverse loco. Nosotros vamos a seguir trabajando en la misma línea en la que estamos trabajando. Vamos a intentar cada año poder reforzar o aumentar de alguna manera la parte deportiva, porque es lo que manda y dirige este barco, y sí que nos da la fortaleza y la creencia de que este proyecto que estamos trabajando está en la buena dirección.

“Vislumbro un futuro para el Bilbao Basket con mayor estabilidad, siguiendo en la pelea por títulos y reteniendo el talento”

Tras este logro, ¿qué futuro vislumbra ahora para el Bilbao Basket?

Mayor estabilidad, seguir peleando por títulos y retención de talento.

La retención de jugadores ha sido una de las grandes dificultades de los últimos años.

Claro, somos un equipo digamos que de formación. Al final no tenemos la capacidad económica para retener al jugador que destaca. Entonces al final el poder retener, identificar y trabajar un grupo en el que no haya tanto movimiento también facilita que los resultados deportivos sean otros. Lógicamente nos encanta tener a gente que pasa por aquí, que sean nuestros grandes embajadores y que nos faciliten el poder tener este tipo de modelo que tenemos actualmente. Pero nos gustaría seguir ascendiendo en ese nivel deportivo.

No tener tantas altas y bajas cada temporada aporta estabilidad.

Bueno, el baloncesto está así ahora. Si miramos alrededor, salvo equipos potentes que están arriba y son capaces de poder pagar y retener, hay mucho movimiento. Nosotros tenemos un atractivo que es el propio club, la propia ciudad, el ambiente tan sumamente magnífico que nos acompaña, y creo que eso es un plus para la parte cualitativa, que también pesa para muchos jugadores.

Han puesto a Bilbao de moda en Europa. Ernesto Valverde bromeó con que este título mete presión al Athletic en su carrera por la Europa League.

(Risas). No sabía que le presionara algo. Nosotros estamos encantados diciendo que sí se puede, porque equipo más modesto y ambicioso que el Bilbao Basket creo que hay pocos, y esto es una manera de animar. He recibido muchos mensajes en este sentido, diciendo que ahora le toca al Athletic. Ojalá podamos celebrar en mayo esa Europa League.