El Surne Bilbao Basket retomará este miércoles recibiendo al Le Portel francés (20.00 horas) una FIBA Europe Cup que, atendiendo a las palabras de Jaume Ponsarnau, “queremos jugar de la mejor manera posible siendo conscientes de dónde tenemos nuestra prioridad”, refiriéndose a La Liga Endesa. “Tenemos máximas ganas, ilusión y compromiso de representarnos lo mejor posible a nosotros mismos, al club, a la ciudad y al territorio”, añadió este martes.

Con Xavi Rabaseda “absolutamente integrado en el grupo”, Kristian Kullamae “poniendo todo de su parte para volver, aunque todavía no está preparado” y con algunas molestias de otros jugadores que no les impedirán jugar ante el conjunto galo, el técnico de los ‘hombres de negro’ cree que su equipo sale “más o menos bien de estos exigentes días de muchos partidos y fiestas navideñas”, preparado para verse las caras contra un rival competitivo a nivel continental pero en horas bajas en la liga francesa.

“Es un equipo que va a marcha cambiada. Ha competido bien en la FIBA Europe Cup, pero en su liga está sufriendo (marcha penúltimo con solo tres victorias). Es muy heterogéneo, ha mostrado distintas propuestas de juego, algunas veces con más pívots y en otras con más exteriores para desequilibrar. Esta identidad le ha ido bien en Europa. Factores como el rebote para controlar el ritmo de juego van a ser importantes. Ellos vienen de muchos días sin jugar, a ver cómo están de ritmo y a ver si nosotros podemos tener mejor tono”, analizó.

EUROPA, ¿SÍ O NO?

Sobre el eterno debate de si a un equipo como el Surne Bilbao Basket le perjudica más que beneficia jugar en Europa por el desgaste que supone de cara al objetivo de la permanencia en Liga Endesa, Ponsarnau fue contundente, realizando un símil con la filosofía del Athletic: “Hay un debate en lo deportivo, pero yo no tengo ningún debate. Siendo de Bilbao, ¿tenéis algún debate de que el Athletic fiche extranjeros para a lo mejor poder aspirar a algo más? Aquí no hay ningún debate, si nos hemos clasificado deportivamente para jugar en Europa no puede haber debate. ¿Que puede costar? Da igual. Si tenemos la posibilidad de representar a Bilbao y a este club lo más lejos posible no podemos renunciar a eso. Y ya sé que puede haber contrapesos. Soy un entrenador que le gusta entrenar a mi equipo, pero también le gusta dirigirlo. Matices puede haber muchos, pero debates, para mí, cero. Vamos a representar a nuestro club y a nuestra ciudad el máximo tiempo posible mientras nos lo ganemos”.

Además, añadió la importancia de la competición continental para la plantilla. “En una realidad como la nuestra es difícil repartir confianza entre más de diez jugadores. Hemos utilizado Europa para aumentar esas confianzas y nos ha ido bien. Y en el mercado, en la situación económica en la que vamos nosotros, ofrecer Europa nos abre muchas posibilidades, tambien a la hora de acceder a jugadores jóvenes a los que el hecho de jugar dos partidos semanales les ayuda a mostrar cosas”, añadió

Sobre la situación global del equipo, Ponsarnau reconoció que “estas victorias nos han venido muy bien para el principal objetivo de acabar como uno de los 16 mejores equipos de la liga, pero sabemos que no son suficientes y hay que seguir picando piedra. Las victorias han venido tras hacer mejoras, pero sin encontrar cosas importantes como el acierto. Esta competición lo exige. Tenemos claras las diferencias entre jugar Liga Endesa y jugar FIBA Europe Cup y las queremos aprovechar para ser más competitivos”. Eso sí, destacó que “nos ilusiona Europa y sentimos la ilusión de llegar muy lejos, pero estamos centrados en lo que estamos centrados”.

EL TRIPLE Y LA DETERMINACIÓN

Sobre el desacierto en el triple, y a la espera de que se cierre de una vez por todas la incorporación del escolta dominicano Omar Silverio, Ponsarnau apuntó que “nosotros nos centramos en lo que depende de nosotros. Hemos intentado mejorar la cantidad de este trabajo y, sobre todo, la calidad, además de transmitir también confianza. Hay más posibilidades de que el balón entre desde la determinación. También queremos tener más posibilidades de tener segundas opciones, hay algo más de probabilidades de capturar el rebote ofensivo cuando se fallan los triples. La mejora en este aspecto del juego no está siendo drástica, pero contra Cholet o Manresa lo conseguimos y en Tenerife por momentos nos dio la posibilidad de seguir enganchados al partido”.

Sobre esta última cita, en la que apenas hubo tiempo de preparación al jugar dos días después del anterior partido con un largo viaje de por medio, explicó que “nuestro plan A, que es lo que pudimos preparar más o menos bien, estaba funcionando. Cuando cambiaron la dinámica y su plan, ellos tienen jugadores con mucha experiencia y con gran nivel intelectual del juego y a nosotros no nos salió bien el plan B porque somos un equipo que necesita trabajar las cosas. También porque en el triple no estuvimos acertados y porque ellos tienen una forma de atacar que a nuestra defensa le cuesta”.