No parece un buen día para que el Surne Bilbao Basket rompa su racha de seis derrotas consecutivas. Los hombres de negro visitan al Valencia Basket sin Tryggvi Hlinason y con la confianza muy tocada tras la sucesión de reveses. Además, se encontrarán con un rival muy potente que querrá quitarse la espina de la derrota en Euroliga ante el Baskonia de anteayer. La afición de la Fonteta no perdona muchos deslices y los jugadores de Álex Mumbrú saldrán decididos a marcar las diferencias apoyados en su superioridad física. Esto va a exigir del Bilbao Basket la máxima intensidad y dureza en cada una de sus acciones en los dos lados del campo para tratar de llegar a los minutos finales con opciones de victoria.

Quizás el hecho de partir como víctima teórico puede hacer que los jugadores de Jaume Ponsarnau se suelten y recuperen la fluidez y las buenas sensaciones pensando en el calendario de diciembre, donde habrá muchas cosas en juego. Pero el técnico prefiere ir paso a paso para reconstruir el juego de su equipo tras el desastre de la pasada jornada ante el Unicaja. Hay que encontrar detalles a los que agarrarse y Ponsarnau asegura que “en defensa estamos bien”, aunque los números ofensivos no acompañan ese esfuerzo. “Estamos llegando a hacer buenos tiros y no podemos renunciar a seguir encontrándolos”, afirma el entrenador del Bilbao Basket, que sigue pidiendo a sus jugadores “determinación y rigor” para ser resolutivos.

Tampoco el Valencia Basket anda muy fino en sus porcentajes de tiro, pero sus recursos son muy abundantes, sobre todo para anotar cerca del aro. En ese sentido, la ausencia de Hlinason puede notarse, a manos que Killeya-Jones recupere el tacto perdido en los últimos partidos y Tsalmpouris consiga que sus peculiares características creen problemas a sus defensores y abra espacios para sus compañeros.