El Surne Bilbao Basket quiere mantenerse con la cabeza limpia para afrontar el exigente duelo de hoy en Miribilla ante el Unicaja. “No estamos en una mala dinámica”, aseguró ayer Jaume Ponsarnau, que quiere liberar sus jugadores del “miedo a que el Unicaja nos pueda ganar”. El técnico reivindicó las victorias en la FIBA Europe Cup para demostrar que a los hombres de negro “no se les ha olvidado ganar”. “Las derrotas pesan, pero no queremos cargar más la mochila porque si no será más difícil volver a ganar”, comentó Xabi Rabaseda, uno de los capitanes. El alero catalán confió en que el equipo pueda “hacerse fuerte en casa” ya que consideró que “no hay dar ningún partido por perdido. Contra el Tenerife y el Real Madrid fuimos capaces de competir muy bien y en la Liga Endesa puede pasar cualquier cosa”.

El conjunto malagueño vio cortada el miércoles en Le Mans su racha de nueve triunfos consecutivos, pero a su vez había sido capaz de romper la del Real Madrid de 19 al imponerse en el Wizink Center. “Es un equipo que parte de una identidad física, con doce jugadores que te obligan mucho en eso. Tienen muy buena táctica y es difícil hacerle daño. Una de sus virtudes es que rompe tu identidad y nosotros tenemos que mantenerla, estar físicos y fuertes mentalmente”, apuntó Ponsarnau sobre el conjunto costasoleño. El técnico del Bilbao Basket reconoció que sigue buscando “esos matices que nos hagan ser más sólidos durante más tiempo, aunque estoy contento por la competitividad que está mostrando el equipo”. Y cuando se trata de proteger las ventajas, Ponsarnau deseó encontrar “determinación, colmillo” y reducir los errores, algo fundamental ante un rival como el Unicaja que quiere correr a la menor oportunidad. Aunque no siempre va a ocurrir sumar una derrota porque un rival la mete desde 21 metros o porque uno de los tuyos falla un tiro “de los que anota ocho de cada diez”.

El Bilbao Basket espera contar con Denzel Andersson tras sus molestias en el talón y sacar de nuevo la mejor versión de sus dos cincos, Hlinason y Killeya-Jones, que por distintas circunstancias no están en su mejor momento en ataque “y son muy importantes porque son gran parte de nuestra identidad como equipo”.

Respetar al rival

En el bando malagueño, Ibon Navarro se toma la derrota en la Basketball Champions League como un aviso. “No quiero pensar que se aprende desde la derrota, pero a veces necesitar perder un partido para saber que el lobo viene”, dijo el técnico gasteiztarra, que también lanzó una reflexión que debe servir para su rival de hoy y sus aficionados: “A veces nos cuesta aceptar que el equipo rival ha estado mejor que nosotros. Probablemente, Le Mans no sea un equipo mejor que nosotros, pero nos ha ganado en su cancha. Hay que aceptar esto porque es deporte, respetar a los rivales, no por parte nuestra, sino porque desde fuera se puede subestimar a los equipos”.

Por eso, pidió Navarro a sus jugadores hacer un esfuerzo tras una semana de mucho desgaste para superar al Bilbao Basket, “un equipo muy organizado, que está muy bien trabajado. Necesitamos tener acierto, porque ellos tienen gente que colapsan bien la pintura y tenemos que ser capaces de atacar bien su primera línea defensiva. Ese orden les hace previsibles, pero es difícil que puedan perder el control de los partidos. Insisto, es un partido muy complicado para nosotros porque es un equipo organizado y trabajado”.