EL Surne Bilbao Basket tiene ya pie y medio en la siguiente fase de la FIBA Europe Cup que es la lectura más positiva que se puede extraer del triunfo de ayer miércoles ante el Anwil Wloclawek. El actual campeón, en cambio, tiene las cosas muy complicadas después de sumar dos derrotas ante los hombres de negro en sendos partidos en los que no supo jugar los minutos finales. Con un pleno de victorias, los bilbainos necesitan una más para asegurar el primer puesto del grupo o bien que el Caledonia Gladiators pierda un partido. También tiene cerca el Bilbao Basket la opción de ser uno de los mejores segundos, aunque tiene que recuperar la confianza y el temple que ha extraviado no se sabe cuándo, dónde, ni por qué.

Les costó a los jugadores de Jaume Ponsarnau despegarse de un rival correoso, bien armado y con buenos conceptos tácticos que mantuvo la igualdad hasta mediado el segundo cuarto y que podía haber llevado mayor ventaja de no haber fallado siete tiros libres en la primera mitad. Los polacos intentaron castigar la defensa de Smith y eso obligaba a mandar ayudas que generaban tiros liberados. El Anwil no se descomponía en su propuesta y el Bilbao Basket, espeso en ataque y con algunos jugadores presos de una ansiedad repentina e incomprensible, necesitaba algo para cambiar el ritmo y eso llegó a partir de los robos de balón de Rabaseda.

El capitán recuperó seis balones y el Bilbao Basket pudo encontrar canastas fáciles para desenredar la madeja polaca. Además, Killeya-Jones, incluso a costa de forzar demasiado en algunas acciones, supo imponer su movilidad para anotar bajo el aro. Y menos mal porque los tres triples en veinte intentos de los hombres de negro no presagiaban nada bueno. La defensa del Bilbao Basket permitió alcanzar una ventaja de catorce puntos que se mantenía bien entrado el tercer cuarto y que debería haber dado tranquilidad. Pero el equipo vizcaino está en un momento de endeblez mental y cualquier grano de arena le parece una montaña, de tal forma que es incapaz de interpretar y ser preciso en esos minutos en los que el partido se le pone de cara y solo precisa el golpe de gracia.

Así, desaprovechar una falta antideportiva al inicio del último cuarto por fallar dos tiros libres y un triple llevó al Anwil, conducido por ese buen jugador que es Garbacz, a creer que aún era posible la victoria. Luego, Smith también erró una bandeja sin oposición y de una renta de nueve puntos se pasó a cuatro con ocho minutos por jugar. A cinco minutos del final, el Bilbao Basket tenía cero faltas y los polacos, cinco. Pero tampoco encontró la manera de evitarse apuros y el marcador señalaba un amenazante 70-68 a 4.18 del final porque los locales habían olvidado de nuevo la espada de matar. Una falta antideportiva que finalmente fue anulada pudo cambiar el desarrollo de esos minutos finales en los que el Anwil Wloclawek se equivocó muchísimo y el Bilbao Basket encontró un par de tiros libres de Renfroe tras recuperar un rebote de ataque y un triple abierto de Andersson para encontrar una victoria casi definitiva y que debería de servir para regresar al camino que estaba llevando el equipo hasta ahora.

Reacciones

“La defensa nos ha rescatado”

Valor. Jaume Ponsarnau quiso destacar el valor de la victoria de su equipo después de hacer “la primera parte más sólida” de la temporada ante un “muy buen equipo, que juega muy bien al baloncesto”. El trabajo defensivo rescató al Bilbao Basket al final ya que “en ataque, sobre todo en la segunda parte, hemos estado mal, sin hacer las cosas como había que hacerlas, con malas ejecuciones y malas decisiones”. El triunfo deja la clasificación para la siguiente fase muy cerca, aunque no hace olvidar que “tenemos que mejorar. Hay jugadores con dudas en ataque por querer hacer las cosas bien, pero esas dudas no deben sacarnos de nuestra propuesta”. Preguntado por Reyes, que después del partido se quedó un rato tirando en la cancha, Ponsarnau dijo que el alero cacereño puede atravesar un bache de acierto “como les ocurre a todos los tiradores, pero puede aportar en otras cosas y en esas cosas ha estado hoy muy bien”. – R. Calvo