“Que nadie se preocupe porque ya nos hemos preocupado”. En vísperas del “importantísimo” encuentro de la FIBA Europe Cup contra el Anwil Wloclawek (miércoles, 20.00 horas), “un reto mayúsculo” en palabras de Jaume Ponsarnau, lo acontecido el pasado sábado en la cancha del Casademont Zaragoza sigue mediatizando la actualidad del Surne Bilbao Basket.
El técnico catalán reconoció que dentro del vestuario le han dado vueltas a ese tramo final de contienda que fue un naufragio en toda regla, llevando a los hombres de negro a perder por catorce puntos un duelo que iban ganando por 17. “Después de lo mal que lo hicimos, especialmente los últimos quince minutos del partido, vueltas le das. Si eres el responsable, le tienes que dar vueltas para aprender. Ahora de lo que se trata es de pasar página. Se vio que tenemos jugadores que no están en un buen momento de sensaciones y de confianza. La plantilla es larga, pero el otro día fue corta porque no encontramos a nadie en ese rato. Hay que recuperar a la gente a nivel mental, que eso también es importante”, apuntó.
Ponsarnau apuntó que para los jugadores que llevan ya tiempo alejados de sus mejores sensaciones, lo del sábado fue “un socavón”, mientras que para los que el mal día fue puntual les toca “coger aire y fuerza para el siguiente partido hacerlo bien”. En lo que fue muy claro fue en que “más que nunca ahora necesitamos a nuestra gente porque probablemente no estamos a nuestro 100% a nivel de sensaciones y quien más sabe fortalecer nuestras sensaciones es Miribilla”.
MUCHO PREMIO
El entrenador de los hombres de negro reconoció que le da “mucha importancia” a la recuperación anímica de sus pupilos, siendo para ello lo mejor “enfocarme en la importancia del partido y en la competitividad que necesita. Jugamos contra un equipo que juega mejor que nosotros, que rebotea mejor, tira de tres mejor, son más físicos y tienen más fuerza… El reto es mayúsculo. De ganar sería un paso muy importante. Hay mucho premio y tenemos la oportunidad de aprovecharlo”.
El conjunto vizcaino, invicto, lidera el Grupo B de la FIBA Europe Cup por delante de los Caledonia Gladiators (2-1), el propio Anwil (1-2) y el CSU Sibiu (0-3). Para los polacos, sin actividad el pasado fin de semana en su competición doméstica, de la que son líderes tras ganar los seis encuentros disputados, la de este miércoles se trata de una cita vital. “Contra nosotros en la primera vuelta demostraron su potencialidad, que es enorme, pero no fueron consistentes especialmente en los momentos en los que nuestra defensa y la inspiración de algunos jugadores en ataque nos permitió entrar en partido. La derrota que tuvieron contra Caledonia fue su día malo, el arbitraje tampoco les ayudó y no estuvieron acertados. Ellos vienen de descansar este fin de semana, de preparar este partido porque saben que es trascendental”, resumió.
La capacidad para correr y lanzar desde más allá de la línea de 6,75 sigue siendo el mayor peligro del Anwil Wloclawek, con Victor Sanders, Luke Petrasek, Jakub Garbacz, Janari Joesaar especialmente dañinos. Tanner Groves y Kalif Young se encargan de la intendencia interior y el base Amir Bell destaca por su capacidad de penetración y habilidad para llevar a sus pares al poste.
AGARRARSE A MIRIBILLA
Ponsarnau hizo hincapié en la importancia de esta cita ya que “de perder, supondría que tendríamos que ganar todos los partidos que quedan, que son fuera de casa y ahí, en este tipo de competiciones, puedes encontrar un contexto no siempre controlado. Nosotros nos queremos agarrar a que jugamos en Miribilla”. Es por ello por lo que el técnico catalán centra todo en esta contienda a pesar de la cita de competición doméstica que asoma a la vuelta de la esquina: la visita del Real Madrid el domingo: “Cuando ves la programación de la semana ves que al final jugamos contra el Real Madrid, pero estamos muy centrados en lo que tenemos por delante porque el partido contra el Anwil es muy importante”
También fue cuestionado por la fase de desacierto por la que pasan algunos jugadores, como es el caso de Álex Reyes. “Los tiradores tienen estas cosas. Cuando no encuentran su acierto pierden el juego. Él tiene un reto por delante, que es ser capaz de ayudar al equipo a pesar de no estar teniendo el mejor nivel de acierto. Seguro que está trabajándoselo. Nos encanta tener a Álex. Nos gustan sus virtudes, creemos en ellas y vamos a seguir creyendo”, aseguró.