Europa o no Europa. Esa es una de las cuestiones que está centrando la actualidad del Surne Bilbao Basket en el primer tramo del periodo estival. Y no es un asunto baladí. Repetir participación continental la próxima campaña o que su actividad competitiva quede limitada a la Liga Endesa es un condicionante clave (no absolutamente decisivo, pero sí con capacidad para decantar balanzas) en el mercado de fichajes, tanto a la hora de reclutar jugadores como para ejecutar renovaciones. Las competiciones continentales suponen un escaparate de primer nivel para que los jugadores puedan lucirse y venderse a nivel internacional y lo mismo puede aplicarse a los patrocinadores.

En lo referente a la entidad de Miribilla, repetir participación continental se considera un asunto prioritario. Por ello, el club ha enviado las correspondientes solicitudes de inscripción tanto a la Basketball Champions League, competición en la que ha estado presente en sus dos últimas incursiones europeas, como a la Eurocup, torneo en el que también tiene experiencia. Su objetivo se centra en volver a la BCL -calendario y exigencia más acorde a su actual capacidad competitiva y condiciones económicas más beneficiosas-, pero el galimatías del reparto de las plazas para los participantes en un ecosistema con cuatro competiciones y dos organizadores (Euroliga y Eurocup por un lado y BCL Y FIBA Europe Cup por otro) provoca una tensa espera.

Si el número y distribución de plazas que le corresponden a la Liga Endesa se mantiene, el Surne Bilbao Basket estaría en la BCL 2023-24, teniendo que disputar, eso sí, dos o tres encuentros de previa. Es el escenario que tuvieron que afrontar el pasado ejercicio el Breogán (11º) y el Unicaja, equipo que acabó en la misma posición, 12º, que el Surne Bilbao Basket en el presente ejercicio. La BCL 2022-23 tuvo a cuatro equipos de la Liga Endesa clasificados directamente para la fase de grupos: Tenerife, Manresa, Bilbao Basket y Murcia (sexto, séptimo, noveno y décimo respectivamente en la anterior competición doméstica). El Breogán, 11º tuvo que jugar la ronda previa desde cuartos en Belgrado, cayendo a las primeras de cambio ante el FMP serbio. El Unicaja, 12º, gozó de más facilidades. Arrebatado a la Eurocup para dar más prestigio a la competición de la FIBA, organizó su ronda de clasificación, entró en acción ya en semifinales pese a que su clasificación liguera fue peor que la de los gallegos y no solo se ganó un puesto en la fase de grupos, sino que alcanzó la Final Four que él mismo organizó, cayendo en semifinales ante el luego campeón Bonn.

Atendiendo al ranking por países, a la Liga Endesa volverían a corresponderle seis representantes en la próxima edición, pero hasta que la comunicación sea definitiva nada puede darse por sentado. La organización de la BCL se reserva también una serie de invitaciones para acceder directamente a la fase de grupos, pero sería difícil que beneficiara a equipos de la ACB si se mantiene su cuota de representación del pasado ejercicio. El año pasado fueron a parar a manos del Pinar Karsiyaka (cuarto equipo turco, a los que se sumó el Tofas desde la previa), Estrasburgo (tercer francés), PAOK Salónica (tercer griego) y Hapoel Jerusalén (tercer israelí).

Si la pasada campaña doce de los 18 equipos de la ACB jugaron competición continental, este curso la cifra podría ser incluso superior y llegar a trece. Tras la renuncia del Gran Canaria por cuestiones económicas a disputar la Euroliga pese a haber ganado la Eurocup, la máxima competición continental volverá a contar con Real Madrid, Barça y Baskonia, con la posibilidad de que el Valencia Basket repita como uno de los conjuntos con invitación. La Eurocup daría cabida de nuevo a los insulares y al Joventut con una posible tercera plaza para la que se habrían inscrito, según diversas fuentes, varios equipos clasificados por debajo del Bilbao Basket como el Zaragoza (13º) o el Manresa (14º). En la fase de grupos de la BCL estarían Tenerife, Unicaja, Murcia y Breogán, con la necesidad de disputar la fase previa para Obradoiro y Bilbao Basket, al que podría beneficiarle el ranking de clubes de la competición frente a los equipos gallegos (también haber organizado hace dos años la Final Four o la asistencia media al Bilbao Arena el pasado curso).

Pero todo son conjeturas, sobre todo a la espera de que la BCL oficialice el número de equipos de la ACB que disputarán su competición y, a partir de ahí, los que entren directamente en la fase de grupos o tengan que disputar rondas previas.