El Surne Bilbao Basket cerrará este martes en Miribilla (21.00 horas) el curso competitivo 2022/23 habiéndose ganado el derecho a pelear por un objetivo grato, muy alejado desde hace meses de esa zona agónica de la tabla que ha tenido a muchos equipos agobiados por la posibilidad de perder la categoría. El equipo de Jaume Ponsarnau buscará ante el Unicaja una victoria que le permita finalizar el ejercicio en una décima posición que debería ser sinónimo de regreso a competición europea.

La cita cuenta con varias dificultades añadidas a la del propio potencial del conjunto andaluz, vigente campeón de Copa. Por una parte, los problemas de lesiones del conjunto vizcaino, centralizados en la posición de base, que han supuesto el fichaje de Sergio Llorente para este encuentro. Por otra, que los visitantes se juegan la cuarta posición y, por lo tanto, tener a su favor el factor cancha en la primera ronda de las eliminatorias por el título. Para ello deben asaltar Miribilla y esperar una derrota del Lenovo Tenerife en su cancha ante el Casademont Zaragoza.

Para esta contienda, podría regresar Denzel Andersson y Ponsarnau espera contar con Nikola Radicevic, aunque recuperar a Agustín Ubal parece misión imposible. “Con Niko somos positivos, está en dinámica de entrenamiento. Tenia que gestionar el dolor de una contusión y ayer estuvo trabajando con el equipo. Agustín no parece probable que juegue, no lo tenemos ni en mente. Tiene dolor en los dos pies. Además, vamos metiendo en dinámica a Sergio. El problema es que todos estos días nuestro trabajo ha vuelto a ser moviendo roles, cambiando a jugadores de posición. Eso nos dificulta mucho a la hora de coger el nivel competitivo”, ha repasado Ponsarnau.

El técnico catalán ha razonado la contratación de Llorente para este único partido, explicando que “veíamos que jugar como en la segunda parte en Murcia, con Adam Smith de base y en sus descansos teniendo que tirar de Xavi Rabaseda en esa función, no nos hacía competitivos. Teníamos que sumar a un coste muy bajo. Sergio ha venido con la máxima ilusión y muchas ganas. Tiene la dificultad de que en poco tiempo de trabajo debe asimilar muchas cosas, pero también nos está aportando cosas”.

UN FALLO EN EL SISTEMA

Ponsarnau ha lamentado también desconocer a ciencia cierta las plazas que dan derecho a jugar competición continental la próxima temporada. “No lo tenemos claro y es algo que nos gustaría. Es un fallo del sistema. Pero que otros fallen no tiene que querer decir que nosotros tengamos que hacerlo también. El objetivo es volver a Europa, para ello nos pusimos la meta de acabar entre los diez primeros y vamos a intentarlo”, ha apuntado, añadiendo que “vamos a jugar un último partido en el que nos hemos merecido jugarnos cosas. No tenemos nuestro 100%, pero vamos a buscar el premio siendo conscientes del rival que tenemos delante, que también se juega cosas. Es el equipo más físico de la liga cuando el Real Madrid y el Barcelona no están a su máximo nivel y tiene cosas muy inteligentes en su juego”.

El técnico de los ‘hombres de negro’ no ha escondido que “nos habría venido mejor que ellos hubiesen venido aquí sin jugarse nada, pensando más en el ‘play -off’” y ha asegurado que éxitos deportivos como el de Unicaja este curso son buenos para el baloncesto español. “Es bueno que estén el Barcelona y el Real Madrid, pero también es bueno que haya clubes no de futbol con ambición para ser campeón. Unicaja lo ha logrado construyendo una plantilla muy física y muy bien entrenada. Son el mejor equipo protegiendo el balón y, además, roban muchas bolas y rebotean bien en ataque. Poseen una muy buena marca competitiva. Tienen muy buen puesto bajo, equilibrio con sus interiores, un juego en transición muy dificil de defender…”, ha desgranado.

COMPROMISO CON INCÓGNITAS

Sobre el trabajo de preparación para esta cita, no ha escondido que “me he encontrado un compromiso muy alto a nivel del trabajo aunque el resultado del mismo no ha sido bueno por todo lo mencionado. Hay muchas incógnitas, pero ante las incógnitas el equipo ha respondido bien, sobre todo en Miribilla. Eso sí, el balón tiene que entrar. Allí competimos muy bien y en tres ataques que no metimos y ellos sí se rompió el partido. Ellos siempre van a tener un nivel defensivo y físico muy alto y para nosotros, al no ir sobrados de energía, es vital el acierto”.

Al ser cuestionado sobre si el equipo ha cumplido con la expectativas que él mismo podía tener sobre él en el amanecer del ejercicio, Ponsarnau ha dicho que “yo soy muy de ir día a día. Me gusta no construirme muchas expectativas porque es la realidad la que vale. Puedo decir que me he encontrado un ambiente de trabajo muy bueno y un grupo que ha entrenado con entusiamo. A pesar de todas las dificultades con las lesiones y con la exigencia de Europa, que también ha sido una ilusión, me he encontrado con una realidad muy positiva y con un Miribilla fantástico, no era consciente de todo lo que podía aportar. Este es un club que te deja trabajar y que te apoya en los buenos y los malos momentos, con cosas positivas que espero que nos permitan construir un futuro más positivo.

DESPEDIDAS

Y como en todo final de curso, el último partido llega con sabor a despedida y con incógnitas sobre los jugadores que seguirán o tomarán nuevos rumbos. “Es lo que ocurre siempre. Intentas que el equipo se enfoque en el partido, pero está claro que también existe el mañana y a ver dónde nos lleva ese mañana. Por eso los grandes proyectos se construyen a largo plazo y nosotros no nos lo podemos plantear. Es lo que hay. Vamos a intentar hacer el mejor partido que pueda este equipo”, ha afirmado Ponsarnau.

En esa despedida, no podrá estar vestido de corto Andrew Goudelock, llamado a ser el mascarón de proa de este equipo y lesionado en pretemporada. “Nos duele en el alma pero no va a poder ser. Volvió con expectativas, suyas propias y médicas, de poder volver a jugar pero aparecieron dificultades que no lo han hecho posible. Tomeu Rigo está mucho mejor pero los servicios médicos creen que lo mejor es no arriesgar. Él es un cicuta y está machacando a todo el mundo para volver a jugar, pero vamos a ser cautos”, ha dicho el entrenador catalán.