Xabi Rabaseda asumió el papel de capitán del Surne Bilbao Basket y lanzó ayer un mensaje de autocrítica y honestidad, pero también de confianza y exigencia para el futuro. “Conformarse no entra en mis planes. Nos hemos ganado la tranquilidad, lo hemos estado siempre, y quizás por estar en tierra de nadie ya se piense más en el próximo año, pero la temporada aún no se ha acabado y aún tenemos partidos en los que podemos disfrutar. Como profesional siempre quieres más y yo quiero ganar y en el día a día voy a trabajar para ganar y espero contagiar a los compañeros y al público el lenguaje para conseguir más victorias. Luego, ya veremos dónde acabamos, pero quiero que seamos ambiciosos para acabar lo más arriba posible”, reflexionó el jugador catalán antes de medirse mañana al Casedemont Zaragoza.

Las lesiones han puesto a prueba al Bilbao Basket desde que empezó la temporada, pero Rabaseda apuntó que lo que toca ahora que el equipo se ha quedado sin sus dos grandes referentes, Hakanson y Withey, “que son con Smith nuestros mejores jugadores hasta ahora” es “dar un paso adelante todos porque creo que tenemos plantilla de sobra para poder competir ante cualquier rival”. Él mismo colocó la exigencia en primera persona ya que “tengo el cartel de defensor y en las últimas semanas tampoco he estado bien en esas últimas acciones de partidos claves. Eso interiormente me fastidia, pero esto es deporte y no siempre puede salir bien”. Por lo demás, el alero de Ripoll aseguró que esté “muy cómodo en la ciudad y en el equipo y contento por cómo va la temporada”.

Claro que no resulta fácil asumir roles con más peso cuando no se ha creado el hábito “porque quieres hacer más de lo que te toca y a veces no aciertas” y, por eso, el capitán apeló al esfuerzo colectivo en los dos lados de la cancha. “Sabemos que sin Jeff sufrimos dentro en defensa y por eso lo exteriores tenemos que ayudar que nuestros grandes”, comentó. Ese trabajo tendrá que aparecer contra el conjunto maño que “tiene un juego interior muy poderoso ya que está jugando muy bien en la segunda vuelta y viene en racha y con todos los jugadores muy metidos”. En cuanto al ataque, la ausencia de Hakanson supone perder amenaza ofensiva y Rabaseda señaló que “hay que jugar mejor como equipo, pasarse más el balón para que más gente esté involucrada y así podamos suplir lo que nos falta”.

Algo de eso se intentó contra el Baskonia, pero “tuvimos muchos tiros librados que no entraron y eso nos fue mermando la moral y la confianza, lo que aprovechó el Baskonia para abrir un parcial muy grande en los últimos cinco minutos del segundo cuarto”. En todo caso, Xabi Rabaseda admitió que “a nadie le gusta perder y menos perder así” y el regreso a Miribilla debe suponer un estímulo para un equipo que está “muy comprometido en el trabajo” y con ganas de “mantener la línea que hemos llevado hasta ahora en casa. En Miribilla nos hacemos fuertes y tenemos preparar el partido de la mejor manera”.