Las visitas ligueras del Surne Bilbao Basket al Baskonia acostumbran a ser ásperas. En su hoja de servicios solo figura un éxito, en un 2 de diciembre de 2007 (78-80) muy lejano ya en el tiempo. Este curso la diferencia de potenciales entre ambos equipos sigue siendo grande, pero en el vestuario del conjunto vizcaino no faltan ganas de dar la campanada. “Las estadísticas están para darles la vuelta, ¿por qué no este año?”, ha apuntado este viernes Álex Reyes.

Tras la eliminación de la BCL, el alero de los hombres de negro ha destacado que todavía quedan alicientes suficientes hasta final de temporada. “La mentalidad es la de seguir trabajando. Nos quedan once partidos de liga por delante y este domingo tenemos uno de los que gustan jugar, un derbi ante un equipo que está completando una gran temporada. Vamos con la lección aprendida de lo que tenemos que hacer. El reto es mejorar el puesto que ocupamos ahora en la ACB”, ha apuntado.

En este sentido, Reyes ha hecho hincapié en intentar protagonizar un buen final de curso recuperando las constantes vitales del amanecer competitivo. “Queremos seguir siendo un equipo al que se respete. Estos últimos meses hemos perdido algo de la garra que nos caracterizó en los primeros encuentros de la temporada. Ha habido lesiones y problemas físicos, pero ahora volvemos a estar todos en la misma página. Puede ser un final de temporada atractivo e interesante. Por Miribilla tienen que pasar aún equipos que van parejos a nosotros en la tabla y también grandes como el Barcelona o el Unicaja. Es una buena oportunidad para volver a mostrar que el Bilbao Basket es un equipo al que hay que tener en cuenta” ha dicho.

Sobre el derbi del domingo, ha reconocido que “ellos vienen de una derrota difícil en una cancha dura como la del Estrella Roja y de un largo viaje. Si llegan cansados, mejor, pero no creo que sea así porque están más que acostumbrados a competir en esas circunstancias. No llegarán mal al partido”. ¿La forma de poder optar a dar la sorpresa?: “Hay que intentar hacerles complicado el partido. Si llegamos a un final ajustado podemos tener opciones, pero para eso hay que trabajar durante más de treinta minutos. Es un partido para jugarlo en equipo y para mantener la cabeza centrada durante 40 minutos. Ya hemos visto que con 38 minutos no nos basta y, con 35, menos”.

CUESTIÓN DE FAMILIA

Hijo de un exjugador baskonista como Miguel Ángel Reyes que llegó a ganar títulos con la escuadra gasteiztarra, Álex ha dejado claro que “ahora mi padre en estos partidos va con el Bilbao Basket. En su corazón también está el Baskonia, pero ahora el color favorito en casa es el negro”.