Al Surne Bilbao Basket se le ha escapado la posibilidad de acceder a la siguiente ronda de la Basketball Champions League por su mala gestión de los finales de los tres últimos encuentros. Le aconteció en casa ante el Lenovo Tenerife, reincidió en su visita al Darussafaka y este martes tropezó en la misma piedra en su despedida de la competición continental frente al UCAM Murcia (67-71). En un duelo sin nada en juego para ninguno de los dos equipos y sin un hilo conductor claro, los de Jaume Ponsarnau, jugando a tirones, llegaron con un 60-56 a los cuatro últimos minutos para acabar de nuevo diluidos.

Les faltó criterio en ataque y dureza en retaguardia, circunstancias ambas aprovechadas por el rival para revolverse. Los de Sito Alonso, que reservó a James Anderson y Thad McFadden y que acabó el partido sin un renqueante Artem Pustovyi -Sadiel Rojas se quedó en casa-, tuvieron a dos pilares muy definidos en Nemanja Radovic y David Jelinek en esos compases decisivos, mientras que en los hombres de negro, con Ludde Hakanson fuera de la convocatoria por precaución, no hubo quien enarbolara con tino la bandera de la resistencia en esos minutos claves.

POCA TENSIÓN Y ACIERTO

Como podía esperarse, al encuentro no le sobró tensión competitiva ya desde el salto inicial, aunque sí que la labor de los árbitros lo embarulló todo casi de principio a fin. Los ocho puntos de Michale Kyser luciendo muñeca en los cinco minutos iniciales impulsaron a los locales, pero el Murcia respondió tirando con acierto desde el perímetro (11-10). Pero fueron los visitantes los que fueron capaces de sostener durante mayor tiempo su buen pulso, lo que unido a las carencias de los anfitriones a la hora de cerrar el rebote ofensivo les sirvió para cerrar el acto inaugural en ventaja (17-22).

A los de Ponsarnau, blandos en las distancias cortas y desatinados desde el perímetro, les costaba encontrar vías de anotación. Con solo dos puntos de Álex Reyes en cuatro minutos, el Murcia aprovechó el arranque del segundo cuarto para abrir brecha (19-28). El trabajo de Francis Alonso y la actividad de Kyser en la zona sirvieron para taponar la vía de agua antes de que una canasta de Georgios Tsalmpouris empatara el luminoso a 28 puntos a 3:10 del descanso, pero una técnica a Emir Sulejmanovic desquició a los hombres de negro -también a la grada- y devolvió el control de la situación a los de Sito Alonso, que alcanzaron el ecuador de la contienda con un 28-35.

ACIERTOS Y ERRORES

El Bilbao Basket se reactivó en la reanudación de la cita -buen trabajo atrás y 8-0 con dos triples de Nikola Radicevic y Adam Smith para pasar a mandar por 36-35-, pero no hubo continuidad. El Murcia contestó con Jelinek y Tomás Bellas activando sus muñecas desde la línea de 6,75 y a los de Ponsarnau les faltó orden, criterio y contundencia para imponerse en cancha. Pese a que los hombres de negro actuaban visiblemente disgustados por la actuación arbitral, seis puntos seguidos de Sulejmanovic igualaron la contienda a 43 antes de que una canasta sobre la bocina de Trice colocara el 45-47 a diez minutos del final.

Se metieron en problemas los anfitriones al llegar Sule a su quinta personal, pero hubo personalidad para salir del atolladero. Dos tiros libres de Agustín Ubal, un triple de Tsalmpouris y un mate a la contra de Reyes colocaron un interesante 55-50 a 6:54 del final y Sito tuvo que detener el duelo. El griego estiró la renta hasta el 57-50, pero faltó control para solidificar la brecha. El Murcia se recuperó con un dos más uno de Radovic y un triple de Jelinek y esa vez fue Ponsarnau el que llamó a capítulo a los suyos. Un triple de Radicevic volvió a dar aire, pero el trabajo de Radovic en el rebote ofensivo fue colosal, con Jelinek penetrando como un puñal, y el empate a 64 a un minuto del final aseguraba el final taquicárdico. Andersson cometió una falta en ataque, Radovic anotó en la siguiente acción, Smith perdonó un tiro libre y a falta de 34 segundos, y 65-66 en el luminoso, Jelinek despidió al Bilbao Basket de Europa con un triple.