CON el respaldo económico de una de las universidades privadas más prestigiosas de Turquía, con la que comparte nombre, el Bahcesehir Koleji ha protagonizado una carrera fulgurante en el baloncesto de su país desde que se fundara en 2017. Solo le costó un año alcanzar la máxima categoría para poder batirse con los Anadolu Efes, Fenerbahce y compañía, tardó cinco en conquistar su primer título continental, la FIBA Europe Cup, y ahora pretende llegar lejos en su primera participación en la Basketball Champions League. Debutó con victoria ajustada ante el Igokea bosnio (70-67) y esta noche pretende ser un incómodo rival para el Surne Bilbao Basket en Miribilla.

El conjunto turco vivió su bautismo competitivo en el curso 2017-18 en la segunda división turca con el griego Stefanos Dedas como técnico. Ganó la Copa Federación, alcanzó la final liguera, el último escalón para el ascenso, pero cayó derrotado ante el Afyon Belediye quedándose con la miel en los labios. Sin embargo, la decepción no duró mucho, ya que en julio de 2018 recibió la plaza que dejaba vacante en la élite el Eskisehir, que renunció por problemas financieros. “Estamos donde merecemos. Estoy convencido de que vamos a traer un soplo de aire fresco para el baloncesto turco”, aseguró entonces Omer Yucel, presidente del Bahcesehir.

Sus ambiciosas palabras se tradujeron en hechos a medias. El club de Estambul no dudó a la hora de tirar de chequera para armar su primer proyecto en la Basketball Super League turca. Con el exhombre de negro Quino Colom como mascarón de proa, contó con un equipo formado, entre otros, con Marcus Slaughter, Manny Harris, Emir Preldzic, Andy Rautins o Chris Babb que ofreció un rendimiento irregular, quedándose a una victoria del play-off por el título. El siguiente curso se produjo su debut europeo al obtener plaza en la FIBA Europe Cup, la cuarta competición continental, y no estuvo lejos de llegar a lo más alto a las primeras de cambio, pues se encontraba en semifinales, donde le esperaba el Bakken Bears danés, cuando la competición quedó suspendida por el covid.

Pese a que en el momento en el que la pandemia cortó el normal discurrir de la liga turca marchaba en una modestísima 13ª posición (balance de 7-16), el Bahcesehir fue invitado para la edición 2020-21 de la Eurocup, donde tuvo un paso efímero ya que cayó en la fase de grupos al ganar solo dos de los diez encuentros disputados. Tras otro pobre 12º puesto en la competición doméstica, el conjunto de Estambul obtuvo plaza en la última FIBA Europe Cup. Invicto en la primera fase de grupos y con solo una derrota en la segunda, superó al Sporting portugués en cuartos de final, al Leiden holandés en semifinales y al Reggio Emilia en la final, ganándole los dos partidos. La apuesta por incrementar el nivel de la plantilla con respecto a los dos ejercicios anteriores (Sam Dekker, Jamar Smith, Jamal Jones, Tarik Black...) rindió notables beneficios ya que, además, en las competiciones turcas se clasificaron por primera vez para la Copa, cayendo en cuartos ante el Darussafaka, y debutando también en los play-offs por el título, cayendo a las primeras de cambio contra el Galatasaray.

Sus movimientos en el último mercado de fichajes han vuelto a ser ambiciosos (Vladimir Brodziansky, Jaka Blazic, Jerry Boutsiele...), pero brillar ante gigantes como Fenerbahce y Anadolu Efes y contra la clase media-alta turca no es fácil. Sus mejores momentos han llegado cuando ha salido a Europa y su meta es dar un paso más e intentar trasladar a la Basketball Champions League sus éxitos en la FIBA Europe Cup.