Mantener el inmaculado arranque de temporada que le permite no conocer el amargo sabor de la derrota y seguir llenando el zurrón de triunfos para poner tierra de por medio con respecto a la zona baja de la tabla. Ese es el objetivo con el que el Surne Bilbao Basket, colíder invicto de la Liga Endesa junto al Lenovo Tenerife y el Real Madrid, visita esta tarde (18.00 horas) al recién ascendido Coviran Granada, otra escuadra que está rindiendo por encima de las expectativas, no en vano presenta un balance de 2-1 tras haber ganado sus dos compromisos a domicilio, en Fuenlabrada y Murcia, y haber hincado la rodilla en casa ante el Baxi Manresa. El conjunto vizcaino ha tenido, por fin, una semana de entrenamientos para poder preparar esta cita, resuelta con unos problemas físicos “que no parecen graves” de Adam Smith, la paternidad de Michale Kyser y la incorporación a la expedición granadina de Agustín Ubal. “Agustín va a viajar y prácticamente está disponible al 100% aunque no del todo, pero creemos que es bueno que venga y esté en dinámica con el grupo. Solo hemos tenido un problema con Adam Smith pero no parece grave, mientras que Ky ha sido padre, pero ayer (jueves) ya entrenó con nosotros y está con el mismo entusiasmo de siempre e incluso con más madurez”, resumió ayer Jaume Ponsarnau.

El técnico catalán agradeció la tregua proporcionada por el calendario para poder centrarse en el trabajo diario y en la cohesión del grupo. “La hemos invertido no solo en preparar el partido, sino también en seguir creciendo. Es una obsesión que tenemos. Como grupo hemos crecido mucho, también en lo referente a ambiente como equipo, pero la pretemporada no nos dio la oportunidad de ajustar las suficientes cosas. Hemos aprovechado la semana para crecer en esto, para tener un repertorio táctico un poco más amplio para ser lo menos previsibles posible”, desgranó.

Su análisis del rival, “un equipo que está compitiendo bien y que está encontrando una forma de competir en los partidos a partir de rachas que son mortíferas”, se basó en destacar su bloque y lo acertado de sus incorporaciones: “Cuando un equipo domina la LEB como el Granada, siendo un bloque muy bueno, eso se tiene que aprovechar a todos los niveles. La clave reside en dar luego con los refuerzos para dar el salto de calidad que te exige la ACB. El fichaje de Cristiano Felicio, que es un jugador que no solo estaba sino que jugaba en la NBA, poder sumar a Luke Maye, un gran anotador en la posición de cuatro, incorporar a un base experto como Alex Renfroe que lleva muchos partidos en la ACB y que es un jugador que saca muchas ventajas y ayuda a sus equipos a ser competitivos… Han estado muy inteligentes, han creído en lo que tenían entre manos y han aprovechado la inercia positiva”.

Esos tres refuerzos, junto al escolta Thomas Bropleh, son los principales referentes de un Granada notable que está destacando en el rebote defensivo (29,6 por cita, líder de la Liga Endesa) y en el porcentaje en tiros de dos puntos (56%, segundo). Contra esos factores, el conjunto vizcaino quiere hacer valer su fortaleza como bloque. “No depender de solo un jugador me genera un enorme placer, es de las cosas que más reconfortan a un entrenador. Empezando por la posición de base, ambos me generan mucha confianza. Radicevic aún no ha cogido su forma, pero incluso así aporta tranquilidad y Hakanson es muy buen jugador sea como base o como escolta. Reconforta esa polivalencia, esos jugadores pegamento que dan equilibrio tanto en defensa como en ataque como Rabaseda o Sulejmanovic… Es un aspecto que a veces me da más placer que las victorias”, destacó. l