Con el espaldarazo que siempre supone arrancar un curso competitivo con victoria, más aún si es en una cancha tan exigente como el Olimpic de Badalona y frente a un rival tan bien armado como el Joventut, el Surne Bilbao Basket inicia esta tarde la misión de todos los años: fortificar Miribilla como principal factor para comenzar a asfaltar el complicado camino hacia la permanencia en la Liga Endesa. Amarrar los encuentros en feudo propio acostumbra a ser vital para aquellos equipos que tienen en la supervivencia en la máxima categoría su principal razón de ser cada vez que comparecen en cancha. Un buen balance en pabellón propio siempre ha supuesto para los hombres de negro un impulso hacia la tranquilidad, una invitación hacia retos mucho más atractivos que evitar las dos últimas plazas de la tabla clasificatoria, por lo que el duelo de hoy ante el Betis supone un importante primer paso.

El conjunto andaluz llega a Bilbao tras caer en casa ante el valencia Basket (78-83) en la primera jornada. Liderados un curso más por el killer Shannon Evans –retener a un jugador de sus quilates ha sido sorprendente–, B.J. Johnson y un viejo conocido por estos lares como Dairis Bertans y con las llegadas de jugadores del prestigio de Rodions Kurucs o Volodymyr Gerun, el conjunto de Luis Casimiro pretende vivir un curso más tranquilo que el pasado, en el que protagonizó un final de temporada soberbio para conseguir la permanencia. De hecho, en la última jornada, ya salvados, evitaron que los hombres de negro se clasificaran para la disputa de las eliminatorias por el título con una victoria en la prórroga en Miribilla (98-99) con una actuación colosal de Evans, que ofreció una auténtica exhibición ofensiva. Atendiendo a las informaciones de la propia entidad bética, Yannick Nzosa y Eulis Báez serán baja para este compromiso y a ambos podría sumarse Pablo Almazán, que no pudo jugar el pasado viernes. Además, Pepe Pozas y Bertans acabaron con molestias el duelo ante los entrenados por Álex Mumbrú y su estado será evaluado horas antes de la cita de hoy.

El conjunto vizcaino, por su parte, no ha podido arrancar el ejercicio con mejores sensaciones. Después de una pretemporada rebosante de problemas en forma de lesiones y con un andamiaje todavía sin solidificar por la falta de sesiones de entrenamiento con todos los efectivos disponibles, el colectivo de Jaume Ponsarnau fue capaz de ganar a domicilio al Joventut en un encuentro en el que mostró un aspecto resistente y batallador en los momentos de ausencia de brillantez ofensiva y capacidad resolutiva cuando la bola quemaba de verdad y el encuentro vivía sus minutos decisivos. Francis Alonso y Adam Smith aportaron puntos, Ludde Hakanson tiró de frialdad para resolver desde la línea de lanzamientos libres y el resto de la rotación fue importante en los aspectos relativos a la intendencia, rebote y defensa.

El trabajo de retaguardia volverá a ser vital ante un rival como el Betis sobrado de jugadores con muchos puntos en las manos. Tratar de atar en corto a Evans es una tarea harto complicada y a la que hay que dedicarle recursos y efectivos, pero otras piezas como Johnson, Bertans, Kurucs o Jeremiah Hill también son peligrosas en el perímetro, con Gerun, Amar Sylla y Georgios Tsalmpouris añadiendo recursos, kilos y puntos en la pintura. Sumar una nueva victoria supondría un extraordinario chute de energía, autoestima y confianza para un grupo humano todavía en fase de formación y confirmaría que el objetivo anual de fortificar Miribilla como gran premisa para asfaltar el camino hacia la salvación arranca con buen pie. Estas oportunidades no pueden desaprovecharse.