Dos de dos para el Surne Bilbao Basket en un arranque de temporada que parece diseñado con escuadra y cartabón por el más optimista de los componentes de la ‘marea negra’. Tras la campanada en el Olimpic de Badalona, los ‘hombres de negro’ han ofrecido este domingo una versión seria, compacta y por momentos preciosista para tumbar con suficiencia (85-70) la resistencia de un Betis demasiado previsible por individualista.

Mientras el cuadro andaluz ha vivido de las rachas de Shannon Evans, con ayudas puntuales de B.J. Johnson y Rodions Kurucs, en las filas bilbainas la unión ha hecho la fuerza, viéndose sobre la cancha un equipo reconocible y solidario sin importar la identidad de los jugadores en cancha. El sueño de un entrenador, sobre todo en la fase de construcción de un nuevo proyecto. 

El partido lo rompió la segunda unidad entre el tramo final del primer acto y el arranque del segundo con un parcial de 11-0 para dibujar un 26-12 y posteriormente fueron los componentes del quinteto inicial los que resistieron los intentos de abordaje béticos. Adam Smith, magnífico con 23 puntos y un 6 de 9 en triples, llevó la voz cantante en ataque con la ayuda de Ludde Hakanson (16), pero el triunfo no se entendería sin el trabajo de Michale Kyser y Denzel Andersson en ambas canastas o los ocho puntos del debutante Ignacio Rosa en un abrir y cerrar de ojos en pleno demarraje, entre otros. El cuadro vizcaino sigue en fase de ensamblaje, pero ya gusta y convence. Y arrancar un nuevo ejercicio con un 2-0 aporta la tranquilidad necesaria para el trabajo diario.

Superior desde el arranque

El encuentro arrancó con el clásico intercambio de golpes, con más ritmo que acierto por parte de los dos contendientes. Al conjunto anfitrión le costó coger vuelo desde la larga distancia, pero ocho puntos seguidos de Smith, con dos triples incluidos, le sirvieron para fabricar la primera ventaja considerable en el luminoso (13-6). El Betis, con Evans visiblemente incómodo, tardó en encontrar un hilo conductor. Volodymyr Gerun ofreció a los de Casimiro soluciones puntuales para no desconectarse del todo del partido, pero un parcial de 8-0 para finalizar el acto inaugural, con un triple de Rosa y otro a tabla de Nikola Radicevic sobre la bocina, dibujó un fantástico 23-12 al término de los primeros diez minutos.

Otro tripe de Rosa llevó la ventaja hasta los 14 puntos, con la maquinaria ofensiva bilbaina funcionando a muy buen rendimiento y el ala-pívot andaluz brillando también en el rebote ofensivo. En el ecuador del segundo cuarto, con su equipo tambaleándose sobre la cancha (32-18), Evans decidió tomar cartas en el asunto y ocho puntos suyos en un abrir y cerrar del ojos revitalizaron al Betis con un parcial de 2-11, obligando a Ponsarnau a parar el partido a 4:09 del descanso con un 34-29 en el marcador. Otra canasta de Kurucs, dañino en las penetraciones, colocó a los andaluces con una desventaja de solo tres puntos,pero un triple de Smith frenó la sequía de los anfitriones, al tiempo que Hakanson ofreció nuevas soluciones en ataque para mantener firme el rumbo y conseguir que los ‘hombres de negro’ alcanzaran el ecuador de la contienda con un interesante 47-39. A los visitantes, dominadores en el rebote, les pesaban sus ocho pérdidas y sus flojos porcentajes de tres puntos (26%).

Toma y daca

En la reanudación, otros dos triples seguidos de Smith dispararon de nuevo a los anfitriones hasta una renta de 14 puntos, pero el Betis, de la mano de las acciones individuales de sus exteriores y su capacidad para hacer daño en el rebote de ataque, no estaba dispuesto a rendirse por la vía rápida. Los de Casimiro tampoco hacían gala de un juego eficaz y sostenible en ataque, pero vivieron del estancamiento absoluto de los anfitriones. Radicevic falló una bandeja solo con el 58-48, a Kyser se le escurrió un ‘alley oop’ a la contra, varias posesiones se resolvieron mal por llegar al límite de la posesión y el 58-52 a diez minutos del final dejaba abierto un duelo que el Surne Bilbao Basket podía haber dejado cerrado si hubiese sabido mantener el orden y la compostura.

Amagó con recuperarlos de inmediato, pues arrancó el acto final con un ‘dos más uno’ de Kyser y un triple de Hakanson (64-52), pero tampoco esta vez hubo sentencia rápida. Entre un par de triples que se salieron, la flojera en el rebote defensivo y otro puñado de ataques mal jugados, el Betis siguió agazapado sin perder la estela de su rival (64-59). Aunque cuando llegó el momento de la verdad, como en Badalona, no hubo dudas ni piedad. Con la temperatura del duelo en ebullición, los locales enchufaron seis tiros libres seguidos, Smith metió otro triple marca de la casa y el 73-59 a cuatro minutos del final ya no tuvo vuelta atrás.