QUEDAN menos de dos semanas para que los equipos de la Liga Endesa empiecen sus pretemporadas y aún el mercado de fichajes está activo, aunque el Surne Bilbao Basket es uno de los equipos que ya ha dado por cerrada su plantilla. Los aficionados esperan ahora que el equipo se muestre en los amistosos para corroborar sus impresiones, para bien o para mal. El verano es tiempo de fantasear con fichajes, con jugadores de todo pelaje, pero a la hora de la verdad son los directores deportivos y los entrenadores quienes utilizan su criterio y el dinero del que disponen para construir. En este sentido, no puede decirse que el Bilbao Basket haya caído en extravagancias, como no hace nadie en una competición en la que no hay palancas para estirar los presupuestos. Valga como ejemplo que el conjunto vizcaino ha tenido a los máximos reboteadores de los dos últimos cursos y ninguno de ellos (Balvin y Delgado) se quedó en la ACB.

El hecho de que los clubes de Euroliga estén yendo a plantillas de 15 hombres y que muchos jugadores busquen una oportunidad en la NBA a través de sus competiciones aledañas hace más pequeño aún el mercado para clubes como el Bilbao Basket, que deben ajustar su punto de mira. Pero lo mismo les pasa a aquellos que, a priori, son sus rivales directos y así hay que considerar a los que la pasada temporada quedaron por debajo y a alguno como el Manresa que sorprendió y acabó por encima. El conjunto catalán fue un buen ejemplo de que se puede encontrar buenos jugadores en aquellas competiciones de rango medio en Europa y armar un gran equipo. El trabajo de las direcciones deportivas es concienzudo todo el año y la mayoría de clubes de la Liga Endesa peinan los mismos mercados en busca de los perfiles deseados.

El Bilbao Basket ha sumado a Michale Kyser, que destacó en la BCL con el Hapoel Holon. Pero lo mismo han hecho el Manresa, que ha incorporado al italiano Bortolani, mejor joven de la pasada campaña, y al estadounidense Harding, uno de los mejores anotadores. Tyson Carter, otra metralleta de la Champions, recala en el Unicaja, el club más activo este verano, y Jonah Radebaugh, elegido en el mejor quinteto de la BCL, ha fichado por el Valencia Basket de Mumbrú. También de la Eurocup llegan buenas piezas como Trice (Murcia), Hollatz (Breogán) o Perry (Unicaja)

Francis Alonso y Xabi Rabaseda se estrenarán como hombres de negro tras ser captados de otros equipos de la Liga Endesa, igual que el regresado Sulejmanovic. En concreto, los dos descendidos, Andorra y Burgos, y el Unicaja han sido una buena fuente de fichajes para los conjuntos de la clase media (Hannah, Jelinek, Arteaga, Olomuyiwa, Nzosa, Guerrero…) porque, pese a sus malos resultados, la calidad individual de sus plantillas era alta y quienes allí jugaron pueden tener un cierto afán de reivindicarse que siempre puede ayudar a dar un buen rendimiento.

El Bilbao Basket también ha devuelto a la ACB a Nikola Radicevic, que busca volver al alto nivel tras su etapa en Lituania. Es otra vía para reforzar la plantilla y que también han seguido el Girona con Colom y Garino, el Unicaja con Ejim, Thomas y Kravish, el Breogán con Bamforth, el Fuenlabrada con Senglin o el Betis con Gerun. El fichaje más sorprendente en este grupo de equipos puede ser el de James Anderson en Murcia ya que llega desde el campeón de la Euroliga. De la máxima competición llegan también Osetkowski al Unicaja y Blazevic al Obradoiro.

De Polonia llega a Bilbao Denzel Andersson, lo mismo que Nenadic a Lugo. Francia, Turquía y Alemania siguen siendo caladeros habituales para los clubes de la ACB, donde no hay mucho hueco para jóvenes apuestas. Para eso hay que mirar a Girona, donde Aíto tratara de hacer progresar a Prkacin, al cedido baskonista Hanzlik o Figueras, que sube de LEB Oro, como el bilbaino Ignacio Rosa.