No hay forma de que el Bilbao Basket disfrute esta temporada de un mínimo de sostenibilidad en lo que a disponibilidad de efectivos se refiere. La entidad de Miribilla se ha visto obligada a volver a colocar sus ojos en el mercado ante los recurrentes problemas en el tendón de Aquiles que persiguen últimamente a Jonathan Rousselle y que ya le han obligado a perderse algún partido y a tener que jugar dolorido y molesto en un buen puñado. La posibilidad de contratar finalmente a un nuevo director de juego, desvelada por Chema de Lucas, en un mercado que a estas alturas de curso tampoco va sobrado en cuanto alternativas que puedan satisfacer al conjunto vizcaino en esa complicada ecuación en la que se busca solvencia deportiva bajo parámetros económicos de austeridad dependerá tanto de las sensaciones físicas del base francés, corajudo pero muy mermado en las últimas fechas hasta el punto de no descartar la posibilidad de pasar por el quirófano, como de lo que pueda encontrar en el mercado la dirección deportiva liderada por Rafa Pueyo.

En caso de que finalmente se produzca una nueva contratación en las filas de los hombres de negro, sería la sexta de un presente curso muy agitado en este sentido tras las de Jovan Kljajic, Regimantas Miniotas, Goran Huskic, John Jenkins y Alade Aminu.