El sábado no fue un día sencillo para Ludde Hakanson. El base sueco tuvo que ver desde Bilbao la derrota de su selección ante Turquía que le dejaba sin opciones de clasificación para el próximo Eurobasket. “Fue superduro no ir. La selección es todo para mí, he ido siempre desde los 17 años. Nos hemos quedado fuera por perder por ocho puntos en lugar de por siete. Fue un bajón, pero es lo que hay. Con todo lo que me ha pasado mi unica poción era quedarme aquí para entrenar”, ha lamentado este martes. Y es que una lesión en pretemporada, la enfermedad provocada por el covid-19 y su reciente lesión de tobillo han lastrado la campaña del director de juego del Bilbao Basket, que necesitaba trabajo continuado junto a sus compañeros para recuperar sensaciones. “Es el año más extraño de mi carrera. Estas tres semanas me han venido muy bien para encontrar el feeling y volver a estar bien físicamente. Me encuentro mucho mejor ahora que hace tres o cuatro semanas”, admite.

Este tiempo de trabajo sin competición también ha beneficiado al equipo, que este sábado retoma la competición y el complicado reto de lograr la salvación. “Han sido nuestras mejores semanas de entrenamiento. Todo es distinto cuando no hay partidos porque puedes entrenar un poco más duro y más largo. Por ejemplo, yo he jugado muy poco con Jenkins o Miniotas y ahora he podido entrenar con ellos. Son detalles que ayudan para saber cuándo pasarles el balón, cómo hacerlo... Eso suma puntos y seguro que ayuda”, admite Hakanson, que no cree que la ansiedad por querer ayudar le pese estos tres últimos meses de competición. “Fisicamente sí que cuesta volver, pero he estado siempre con en el equipo, en las reuniones... No me debería costar mucho. Los dos primeros partidos de vuelta no fueron buenos, pero ahora puedo estar a mi nivel”.

El base sueco asegura que en estas dos últimas semanas el Bilbao Basket ha tenido tiempo para ensamblar piezas y buscar soluciones a sus principales problemas de juego. “En casi todos los partidos hacemos mas de treinta minutos buenos, son esos dos o tres minutos malos los que tenemos que mejorar. Hemos hablado de las cosas que hay que hacer en la pista para lograrlo: alguna falta, evitar alguna pérdida, conseguir buenos tiros...”, reconoce, haciendo hincapié en la necesidad de ir partido a partido: “Sabemos la importancia de esos tres próximos encuentros, pero no hay que verlo así. El sabado hay una oportunidad de ganar. Estas semanas tampoco hemos hablado tanto del Acunsa GBC, sino de nosotros y nuestro juego. Ahora es cuando nos centraremos en el rival”.

Sobre el contrincante del sábado, destaca su notable reacción en las semanas previas al parón. “Cuando se lesionó Echenique muchos pensaban que iban a ir para abajo pero han mostrado que en esta liga cualquier equipo puede ganar a cualquiera. Desde que les batimos aquí han ganado tres partidos y estan mucho mejor, pero quiero pensar que nosotros también. Hemos podido estar dos semanas entrenando muy bien y veo que estamos preparados”, asegura. “La clave es salir desde el principio muy intensos para que el rival no se sienta cómodo. Es algo en lo que hemos trabajado estas semanas, en la dureza fisica para incomodar al rival. Sabemos que están en un buen momento, pero después de un parón nunca se sabe cómo se llega. Será un partido muy difícil porque es muy importante para ambos”, concluye.