Ludde Hakanson dio positivo por covid-19 en las nuevas pruebas a las que se sometió el jueves la plantilla del Bilbao Basket por lo que quedará confinado hasta que pase nuevas pruebas y estas ofrezcan un resultado negativo. Por este motivo, el base sueco no podrá acudir tampoco a la convocatoria de su selección para los dos partidos de las ventanas FIBA que se tienen que disputar la semana que viene en Estambul. Después del primer positivo detectado el martes en un miembro del cuerpo técnicoprimer positivo detectado el martes en un miembro del cuerpo técnico, el resto de los jugadores del conjunto vizcaino pasaron de forma satisfactoria la obligatoria segunda tanda de test, pero este viernes deberán superar nuevas pruebas antes de viajar a Sevilla para enfrentarse al Real Betis, precisamente uno de los equipos en los que ha militado Hakanson en la Liga Endesa.

Si no hay ninguno positivo más, el partido, muy importante en la lucha por la permanencia, se disputará, aunque no el sábado como estaba previsto, sino el domingo a partir de las 16.00 horas por decisión de la ACB. En todo caso, el Bilbao Basket no lo afrontará en las mejores condiciones físicas y mentales ya que no ha podido entrenarse con normalidad en toda la semana y solo dispondrá de una sesión de tiro antes del duelo ante los andaluces. Con todos los jugadores confinados en sus domicilios como durante la primavera, lo único que han podido hacer han sido ejercicios de mantenimiento y sesiones tácticas vía telemática.

Ahora que le ha afectado directamente el coronavirus, el Bilbao Basket puede verse de nuevo perjudicado ya que tuvo que aplazar los duelos ante el Real Madrid y el Andorra apenas unas horas antes de que comenzasen. La ACB le ha dado solo un día de margen para tratar de evitarse un viaje innecesario, si se diera el caso. Pero el riesgo no acaba ya que varios jugadores acudirán a las llamadas de sus selecciones y abandonarán por primera vez la burbuja de Miribilla y, además, el equipo tendrá que jugar en Bolonia el 8 de diciembre. El único que puede estar tranquilo es Goran Huskic, que se estrenó como hombre de negro después de haber pasado el covid-19 durante su estancia en el San Pablo Burgos, lo que le obligó a estar casi veinte días parado y, en teoría, le inmunizó.