El Bilbao Basket recibió el triunfo ante el Real Betis con una sensación de orgullo por la respuesta de los jugadores en una situación muy complicada y de alivio por la importancia que tenía el resultado para el futuro inmediato del equipo. Ahora llega otro parón de la competición, que sí estaba previsto, para afrontar las ventanas de clasificación para el Eurobasket de 2022. Los compromisos de selecciones se disputarán entre los próximos viernes y lunes en formato de burbujas, donde las selecciones entrenarán y jugarán, para preservar la seguridad de los jugadores y evitar desplazamientos. Después del susto de la semana pasada con el positivo de Ludde Hakanson, del que se libraron sus compañeros, en el Bilbao Basket cruzan los dedos para que no ocurra nada en la primera ocasión esta temporada en que algunos hombres de negro abandonan la burbuja de Miribilla y todos regresen en perfecto estado.

Al menos, van a ser la mitad de los previstos y con desplazamientos bastante cómodos. Ondrej Balvin, en la cresta de la ola tras su enorme partido en Sevilla, jugará con la República Checa en Vilnius, la capital de Lituania, ante Dinamarca y Bélgica. Allí debería haberse encontrado con Quentin Serron y Arnoldas Kulboka, pero el belga ha renunciado a esta cita de noviembre para no forzar su rodilla y el lituano ha quedado fuera de la lista definitiva de su selección, que en su puesto tiene mucho donde elegir.

Jaroslaw Zyskowski está en Valencia, donde Polonia se medirá a Rumanía e Israel en el grupo que completa España, con la que está citada el vizcaino del Joventut Xabi López-Arostegui. Por último, Jovan Kljajic se ha desplazado más cerca, a la ciudad francesa de Pau, donde Montenegro se enfrentará a Alemania y Gran Bretaña. El joven jugador del Bilbao Basket ha compartido viaje en coche con Dino Radoncic, que milita en el Gipuzkoa Basket. También Hakanson debería haber jugado con Suecia, pero obviamente debe guardar cuarentena por el covid-19 y no viajará a Estambul.

Integrar a Huskic

Como siempre en estos casos, nunca se sabe si este parón vendrá bien o mal a un equipo que se quitó un buen peso de encima en Sevilla y que al regreso deberá afrontar dos partidos en cuatro días: el 3 de diciembre ante el Andorra y el 6 de diciembre ante el Estudiantes, los dos en Miribilla. Serán cuatro ausencias de la primera plantilla para tratar de recuperar lo perdido en esta semana del breve confinamiento y, sobre todo, para conseguir que Goran Huskic alcance un mejor tono físico. Se ha visto en apenas dos partidos que el serbio puede aportar mucho, sobre todo en dos aspectos fundamentales en el baloncesto actual como la lectura de juego y el pase. Cuando mejore los automatismos con sus compañeros, el juego ofensivo tiene que ganar en fluidez y continuidad.